Ángelus: el Papa compara las comunidades religiosas de clausura a los “pulmones” verdes
de la ciudad que benefician a todos, incluso a quienes nos los frecuentan o desconocen
su existencia
Domingo, 19 nov (RV).- Benedicto XVI ha dedicado hoy la oración mariana del Ángelus
a las comunidades religiosas de clausura, unos lugares aparentemente inútiles pero
indispensables, como los “pulmones” verdes de la ciudad, que hacen bien a todos, incluso
a quienes nos los frecuentan o desconocen su existencia.
También el Papa se
ha adherido a la Jornada Mundial de la ONU en memoria de las víctimas de la carretera
que se celebra hoy y pide de forma insistente a los automovilistas que respeten y
presten mucha atención a las normas de conducción.
El Santo Padre, en su alocución
previa al rezo mariano, ha recordado la celebración, el próximo día 21 de la Jornada
Pro Orantibus, dedicada a las comunidades religiosas de clausura. En una soleada mañana
en Roma, unos 30.000 fieles se han congregado en la plaza de san Pedro del Vaticano,
para participar en el tradicional rezo del Ángelus.
Con motivo de la memoria
litúrgica de la Presentación de María Santísima en el Templo, pasado mañana martes,
día 21, se celebra la Jornada Pro Orantibus, dedicada a las comunidades religiosas
de clausura. Es una ocasión oportuna –ha dicho el Papa- para agradecer al Señor el
don de tantas personas que, en los monasterios se dedican totalmente a Dios en la
oración, en el silencio, en lo escondido.
Alguno se pregunta por el sentido
y el valor de su presencia en nuestro tiempo, en el que hay tantas y urgentes situaciones
de pobreza y necesidades. ¿Por qué encerrarse para siempre entre los muros de un monasterio
privando así a los demás de la contribución de las propias capacidades y experiencias?
¿Qué eficacia puede tener su oración para la solución de tantos problemas como siguen
afligiendo a la humanidad?
A veces nos sorprendemos de que no pocas personas
abandonen sus carreras profesionales prometedoras para abrazar la austera regla de
un monasterio de clausura, -ha continuado el Papa. Lo que les empuja a dar ese paso
tan comprometido es que han comprendido, como enseña en Evangelio, que el Reino de
los Cielos es un “tesoro” por el que vale la pena abandonar todo.
Y dirigiéndose
a los más de 30.000 fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre ha
confirmado su vocación, diciendo que estos hermanos nuestros testimonian silenciosamente
que, en los avatares cotidianos, la única roca de fidelidad y amor que no vacila es
Dios, y citando a Santa Teresa ha dicho: “Todo se pasa, Dios no se muda”, escribía
la gran mística espiritual Santa Teresa de Ávila en su célebre texto. Y ante la difusa
exigencia que sienten muchas personas de salir de la rutina diaria de las grandes
aglomeraciones urbanas en busca de espacios propicios para el silencio y la meditación,
los monasterios se ofrecen como “oasis” en los que el hombre, peregrino en esta tierra,
puede acceder mejor a las fuentes del Espíritu y calmar su sed en el camino. Estos
lugares, aparentemente inútiles, son indispensables, como los “pulmones” verdes de
la ciudad: hacen bien a todos, incluso a los que nos les frecuentan o incluso desconocen
su existencia”.
El Santo Padre ha invitado a todos a que prestemos nuestra
ayuda espiritual y material a las comunidades de clausura para que puedan cumplir
su misión, la de mantener vivo en la Iglesia el deseo del encuentro con Cristo. Invoquemos
la intercesión de la Virgen María, al recordar su presentación en el Templo, y a la
que contemplamos como quien reúne en sí las dos vocaciones: a la virginidad y al matrimonio,
a la vida contemplativa y a la vida activa.
Posteriormente se ha dirigido a
numerosos fieles provenientes de España y una docena de países hispanoamericanos.
Estas fueron sus palabras en español:
Saludo
a los fieles de lengua española, particularmente a los grupos parroquiales de Madrid,
Burgos, Gijón, León, Zamora y Santiago de Compostela, así como a los miembros de las
comunidades de México, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Cuba, Argentina, Bolivia,
Perú, Ecuador, Colombia y Chile. Pasado mañana celebraremos la Jornada pro Orantibus.
Pidamos al Señor, por la intercesión maternal de la Virgen María, que conceda numerosas
y santas vocaciones de consagrados a la vida contemplativa. Feliz domingo.
En
su saludo en francés y en polaco el Papa ha pedido de forma insistente a los automovilistas
que respeten y presten mucha atención a las normas de conducción. El Santo Padre se
adhería así a la Jornada Mundial de la ONU en memoria de las víctimas de la carretera
que se celebra hoy. Benedicto XVI ha pedido a Dios que acoja en su paz a todas las
personas que han fallecido en accidentes de circulación y ha confiado a la Virgen
María a los numerosos heridos, a menudo mermados físicamente de forma permanente.