2006-11-15 16:20:13

Audiencia general: catequesis del Papa sobre el Espíritu Santo, la potencia interior que armoniza el corazón de los creyentes con el corazón de Cristo y los mueve a amar a los hermanos como los ama Él


Miércoles, 15 nov (RV).- Benedicto XVI ha presidido esta mañana la Audiencia General en la plaza de San Pedro ante miles de fieles procedentes de distintas diócesis del mundo. Y el Papa ha vuelto a dedicar su catequesis a las enseñanzas y al pensamiento de san Pablo, “un gigante del apostolado y de la doctrina teológica, extraordinariamente profunda y estimulante”. Después de hablar la pasada semana sobre los textos de san Pablo que hacían referencia a Jesús, hoy el Pontífice ha centrado su reflexión sobre la presencia de Espíritu Santo en nosotros.

“San Pablo -ha dicho Benedicto XVI- no ilustra solamente la dimensión dinámica y operativa de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, sino que también analiza la presencia del Espíritu en la vida del cristiano, cuya identidad queda marcada por Él. En otras palabras, Pablo reflexiona sobre el Espíritu Santo exponiendo el influjo no sólo sobre el “actuar” del cristiano, sino también sobre el “ser” cristiano. Es el apóstol quien dice: “el Espíritu de Dios habita entre nosotros”, y que “Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo en nuestros corazones”.

“El cristiano antes de actuar posee ya una interioridad rica y fecunda, recibida en los sacramentos del Bautismo y la Confirmación, una interioridad que nos pone en una objetiva y original relación de filiación con Dios”.

Descubrimos que para el cristiano el Espíritu no es sólo Espíritu de Dios, Espíritu Santo, entendido como lo expresa el Antiguo Testamento, sino como dice san Pablo: “Espíritu de Cristo”, “Espíritu del Hijo”, Espíritu de Jesucristo”. Es como si quisiera decir que no solamente Dios Padre es visible en el Hijo, sino que Espíritu de Dios se manifiesta en la vida y en la acción del Señor crucificado y resucitado.

Otra cosa importante que nos enseña san Pablo, ha explicado Benedicto XVI, es cuando nos dice “que no existe verdadera oración sin la presencia del Espíritu en nosotros”. “El Espíritu es el alma de nuestra alma, la parte más secreta de nuestro ser”. Finalmente, el otro aspecto típico de Espíritu que nos enseña san Pablo es su conexión con el Amor. El Espíritu es aquella potencia interior que armoniza el corazón de los creyentes con el corazón de Cristo y los mueve a amar a los hermanos como los ama Él”. El fruto del Espíritu es por tanto: amor alegría y paz.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:

 
La enseñanza de san Pablo sobre el Espíritu Santo considera no sólo su dimensión dinámica y operativa que impulsa a la acción, sino también su presencia y su influjo sobre el “ser” mismo del cristiano, que caracteriza su identidad más profunda. En efecto, el cristiano ha recibido el espíritu de hijo adoptivo que lo pone en relación objetiva y original con Dios. Por otra parte, el Apóstol explica también que no existe verdadera oración sin la presencia del Espíritu en nosotros, que suple nuestra debilidad para pedir como conviene.
Pablo menciona el amor como primer fruto del Espíritu Santo, ya que él nos introduce en la misma vida divina, que es amor. Al mismo tiempo, puesto que el amor une, el Espíritu Santo es creador de comunión en la comunidad cristiana y en la relación con todos los hombres. Para Pablo, el Espíritu Santo es un don de Dios como garantía de la herencia futura. Su acción orienta nuestra vida hacia los grandes valores del amor, de la alegría, de la comunión y de la esperanza.

 
Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española. En especial a los fieles de diversas parroquias de México y a la delegación de la Academia Militar de la Armada Ecuatoriana, así como a los demás peregrinos de España y Latinoamérica. Os animo a ser dóciles a la acción del Espíritu Santo, que infunde el amor en los corazones para que podáis identificaros cada vez más con Cristo nuestro Señor.¡Muchas gracias por vuestra visita!

Como siempre antes de concluir la audiencia el Papa ha saludado a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Celebramos hoy la memoria del obispo san Alberto Magno, que se esforzó continuamente por establecer la paz entre las poblaciones de su tiempo. Que su ejemplo sea estímulo para vosotros, queridos jóvenes, para ser agentes de justicia y artífices de reconciliación. Que para vosotros queridos enfermos, ánimo para confiar en el Señor, que jamás nos abandona en el momento de la prueba. Que para vosotros, queridos recién casados, sea estímulo para encontrar en el Evangelio la alegría de acoger y servir generosamente la vida, don inconmensurable de Dios.








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