2006-11-01 15:00:36

Ángelus: “La solemnidad de Todos los Santos y la conmemoración, mañana, de los Fieles Difuntos nos ofrecen la oportunidad de meditar sobre el significado de la vida eterna”


Miércoles, 1 nov (RV).- Benedicto XVI, ante miles de fieles congregados este mediodía en la plaza de san Pedro para rezar el Ángelus, ha manifestado que las celebraciones de hoy y mañana, nos ofrecen una singular oportunidad para meditar sobre la Vida Eterna. “¿El hombre moderno todavía tiene esperanza en la vida eterna o piensa que ésta pertenece a una mitología ya superada?”, se ha preguntado el Pontífice.

El Papa ha señalado que a pesar de que “hoy más que en el pasado, se vive tan absorbidos por las cosas terrenas, que algunas veces llega a ser difícil pensar en Dios como protagonista de la historia y de nuestra misma vida”, sin embargo, la existencia humana por su naturaleza, “tiende a algo más grande, que la trasciende; es irreprimible en el ser humano el anhelo por la justicia, por la verdad y por la felicidad plena”.

En este sentido Benedicto XVI ha remarcado cómo ante el enigma de la muerte, “en muchos permanece vivo el deseo y la esperanza de encontrar en el más allá a los seres queridos, así como es también fuerte la convicción de un juicio final que restablezca la justicia, a la espera de una definitiva confrontación donde a cada uno se le dé lo que le corresponde”.

Seguidamente, el Santo Padre ha explicado que la vida eterna, para los cristianos, no indica solamente una vida que dura para siempre, sino que se trata “de una nueva cualidad de existencia, inmersa plenamente en el amor de Dios, que libera del mal y de la muerte y nos pone en comunión sin fin con todos los hermanos y hermanas que participan del mismo Amor”. “La eternidad por tanto –ha proseguido el Papa- puede estar ya presente en el centro de la vida terrena y temporal, cuando el alma por medio de la gracia llega a Dios, su último fundamento. Todo pasa, sólo Dios no cambia”.

Benedicto XVI ha finalizado su alocución previa al Ángelus pidiendo que reavivemos el alegre sentimiento de la comunión de los santos y que nos dejemos atraer por ellos hacia la meta de nuestra existencia: el encuentro cara a cara con Dios. “Recemos -ha dicho el Papa- para que ésta sea la herencia de todos los fieles difuntos, no solamente de nuestros seres queridos, sino también de todas las almas, especialmente las más olvidadas y necesitadas de la misericordia divina”.

Tras el rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos Benedicto XVI ha saludado en varias lenguas. Este ha sido su saludo en español: RealAudioMP3 “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. Queridos hermanos, hoy celebramos la belleza de la santidad de Dios, que brilla de modo especial en sus Santos. Que la intercesión de la Virgen María nos ayude a vivir en plenitud nuestra vocación de hijos de Dios, identificándonos cada vez más con Nuestro Señor Jesucristo. ¡Feliz Fiesta para todos!”.

Por último, Benedicto XVI ha saludado en italiano y se ha dirigido a un grupo de peregrinos que está llevando la llamada “antorcha del diálogo” siguiendo las huellas de san Agustín. Procedente de la antigua Tagaste, en Argelia, ha pasado por Ippona, Túnez y Malta. Tras su recorrido por Ostia y Roma proseguirá ahora hacia Pavía donde se encuentra la tumba del santo. El Papa ha bendecido esta iniciativa de la orden de los agustinos y también a la antorcha “símbolo de fe y de paz”.








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