Benedicto XVI insta a los representantes de las “Comuniones cristianas mundiales” a no perder de vista la plena comunión en Cristo y en la Iglesia a través de la solidaridad recíproca

Viernes, 27 oct (RV).- El diálogo y el espíritu de fraternidad dibujan el camino que puede llevar a los cristianos a la meta de la unidad de todo el cuerpo eclesial. Benedicto XVI ha afrontado el tema del diálogo ecuménico recibiendo esta mañana a los representantes de la “Comuniones cristianas mundiales”, que agrupa a católicos, luteranos, anglicanos y baptistas. El Papa ha subrayado sobre todo la importancia de perseguir el diálogo ecuménico en el seno de una confrontación respetuosa de cada una de las tradiciones confesionales.

Las “Comuniones cristianas mundiales” reagrupan a la mayor parte de las comunidades eclesiales y tiene representación a nivel oficial. Entre las comunidades se encuentran la Comunión anglicana, la Alianza Baptista Mundial, la Federación Mundial Luterana, y el Consejo Pontificio para la unidad de los cristianos entre otros.

“La convicción es más fuerte que los obstáculos y el Espíritu más que las divergencias”. Benedicto XVI se ha mostrado convencido de que el camino del diálogo tiene necesidad de estas cualidades para dirigirse hacia el objetivo último de la unidad “plena y visible” de los cristianos.

El Santo Padre ha observado también que durante décadas la Conferencia de las “Comuniones cristianas mundiales” ha ofrecido un forum donde se han producido fructíferos contactos entre las distintas comunidades eclesiales. Unas citas que han permitido construir esa confianza recíproca indispensable para difundir “la riqueza de las distintas tradiciones cristianas” y servir para la llamada común al apostolado.

“Aquellos que profesan que Jesucristo es el Señor están trágicamente divididos y no siempre pueden ofrecer un coherente testimonio común. Es esta la enorme responsabilidad para todos nosotros”, ha enfatizado el Papa.

El tema que reúne estos días a los delegados de la “Christian World Communion” es: Visiones de unidad cristiana. El Papa ha reconocido que los diálogos teológicos desarrollados hasta ahora se han caracterizado por la voluntad de querer ir más allá de los temas que dividen. “No debemos perder de vista el objetivo final; la plena y visible comunión en Cristo y en la Iglesia –ha remarcado Benedicto XVI- Podemos desanimarnos cuando el progreso es lento, pero hay demasiado en juego para volver atrás. Al contrario hay buenos motivos para proseguir con rapidez, según lo escrito por Juan Pablo II en la encíclica Ut unum sint: la unidad de la Iglesia pasa por el redescubrimiento de la fraternidad y de una más grande solidaridad al servicio de la humanidad”.