Mensaje televisivo de Benedicto XVI con motivo de la Jornada dedicada a Juan Pablo
II en Polonia
Martes, 17 oct (RV).- Con un mensaje televisivo con motivo de la Jornada dedicada
a Juan Pablo II en Polonia, Benedicto XVI se unió ayer espiritualmente en la oración
de acción de gracias por el Pontificado de su gran Predecesor. En el día en que se
conmemoraba el 16 de octubre de hace 28 años, cuando Karol Wojtyla fue elegido como
Sucesor de Pedro, el Papa evocó las primeras palabras de Juan Pablo II cuando aceptó
la elección cumplida por los cardenales.
Y cuando Juan Pablo II impartió su
primera Bendición Urbi et Orbi, encomendándose a la protección de la Virgen y al amor
de aquellos de los cuales, en todo el mundo, debía cuidar como pastor y guía: «Nunca
olvidé su profética exhortación: ¡No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo. Doy
gracias a Dios, porque, con estas imágenes grabadas en el corazón, he podido transcurrir
más de dos decenios a su lado, gozando de su benevolencia y amistad, y porque hoy
puedo proseguir su obra bajo su mirada protectora desde la casa del Padre».
En
una acción de gracias por la vida y magisterio de Juan Pablo II, Benedicto XVI se
unió, también ayer, a las personas de buena voluntad del mundo entero y a todos polacos,
recordando el profundo amor de su Predecesor a la Iglesia que peregrina en Polonia:
«Doy gracias a Dios por su vida entregada en el amor a Cristo y a los hombres, que
enriqueció las vivencias de toda la humanidad con la gracia del Espíritu Santo, en
conducta de fraternidad y de paz. En fin, doy gracias a Dios por el testimonio de
su sufrimiento unido a la tribulación de Cristo hasta su muerte. Testimonio, que nos
da la fuerza para vivir y nos consolida en la esperanza de la eternidad. ¡Cuán querida
era para Juan Pablo II la Iglesia que está en Polonia!
Tras hacer hincapié
en el amor que unía al Siervo de Dios Juan Pablo II a la Iglesia que está en Polonia,
a la que amaba como madre y como comunidad reunida alrededor de sus Pastores, «expuesta,
en el pasado, al sufrimiento de diversas persecuciones, pero siempre fiel a los valores
evangélicos», Benedicto XVI ha recordado las oraciones de su Predecesor por la libertad
de la nación polaca y por la fe de los polacos.
En este contexto, recordando
el viaje que cumplió este año a Polonia - cuyo lema fue «Permaneced firmes en la fe»
- Benedicto XVI ha expresado su profunda gratitud por la amorosa unión de los polacos
«al Papa que sucedió a su gran compatriota», solicitando su apoyo espiritual en su
«servicio a la Iglesia y al mundo». El Santo Padre ha terminado su Mensaje con el
anhelo de que «la memoria de Juan Pablo II y la profundización en su obra y su magisterio»
acerquen cada vez más a todos los polacos a Cristo y sean el «centro de la unidad
en la común preocupación por el futuro de la Iglesia y de la nación».