2006-10-17 16:15:04

Exequias fúnebres por el cardenal Monduzzi: “el purpurado llega ahora a la patria celestial, patria prometida a los que dedican la vida al servicio de Dios y de los hermanos”


Martes, 17 oct (RV).- Benedicto XVI presidió ayer en la basílica vaticana las exequias fúnebres por el eterno descanso del cardenal Dino Monduzzi, Prefecto Emérito de la Casa Pontificia fallecido el viernes a los 84 años: “un humilde colaborador al servicio de la Iglesia y de 4 pontífices”.

“La esperanza cristiana, enraizada en una fe sólida en la palabra de Cristo, es el áncora de salvación que nos ayuda a superar las dificultades aparentemente insuperables y nos permite entrever la luz de la alegría más allá de la oscuridad del dolor y de la muerte”. Lo afirmó ayer Benedicto XVI en la homilía de las exequias fúnebre presididas por él por el eterno descanso del cardenal Dino Monduzzi, prefecto emérito de la Casa Pontificia fallecido el pasado viernes a los 84 años de edad, tras una larga enfermedad.

En su homilía el Papa recorrió la vida de este fiel servidor de la Iglesia nacido en la provincia italiana de Ravenna recordando su sacerdocio en Calabria y Cerdeña su compromiso pionero como capellán de jornaleros y campesinos en la comarca del Fucino, el sucesivo servicio en la Santa Sede como Maestro de Cámara y después como secretario y regente del Palacio Apostólico”.

El suyo fue un largo y apreciado servicio dedicado a cuatro pontífices, que en 1986 fue coronado con el nombramiento de Prefecto de la Casa Pontificia y del nombramiento de Obispo titular de Capri. En este encargo confirmó sus dotes organizadoras tanto en la actividad ordinaria de la Casa Pontificia, como en los viajes apostólicos del Papa en Italia.

Benedicto XVI recordó que fue Juan Pablo II quién le concedió la púrpura cardenalicia el 21 de febrero de 1998. “Sintiéndose un humilde colaborador de la misión de los pontífices como Prefecto de la Casa Pontifica tuvo la ocasión de encontrar a los hombres más poderosos del mundo, que siempre acogió con cortesía, con el calor y la simpatía.

Característica humanas que nacían de su fe convencida y de sus orígenes regionales. En cualquier circunstancia supo encontrar en la virtud de la paciencia la vía maestra para conformar su vida a Cristo, soportando dificultades y sufrimientos y ejercitando la caridad con todos. “El cardenal Monduzzi concluyó el Papa después de un largo itinerario humano y sacerdotal llega ahora a la patria celestial, patria prometida a los que dedican la vida al servicio de Dios y de los hermanos”.







All the contents on this site are copyrighted ©.