2006-10-15 14:06:31

Ceremonia de canonización de cuatro nuevos beatos: el mexicano Rafael Guizar Valencia, los italianos Filippo Smaldone y Rosa Venerini, y la francesa Théodore Guérin


Domingo, 15 oct (RV).- Delegaciones de Francia, México e Italia se han unido esta mañana a los fieles congregados en la plaza de san Pedro para celebrar, junto al Santo Padre, la canonización de los beatos Rafael Guizar Valencia, Filippo Smaldone, Rosa Venerini y Théodore Guérin.

En la homilía presidida por Benedicto XVI se ha recordado el Evangelio de hoy en el que se habla del “joven rico” que respondió negativamente a Jesús permaneciendo en el anonimato. “Si el hombre basa su seguridad en las riquezas de este mundo no alcanza el verdadero sentido de la vida y la verdadera felicidad –ha recordado el Papa- en cambio, si confiando en la palabra de Dios renuncia a si mismo y a sus bienes por el Reino de los cielos, gana mucho”.

“El Santo es justamente ese hombre, esa mujer, que respondiendo con felicidad y generosidad a la llamada de Cristo, deja todo para seguirle”. En este sentido el Papa ha recordado las figuras de los Apóstoles, y de santa Teresa de Jesús, cuya memoria hoy recordamos. “También los nuevos santos –ha señalado el Pontífice- han recorrido este camino evangélico de exigencias y han recibido ‘el céntuplo’ ya en la vida terrena junto a los pobres y siendo perseguidos, para después obtener la vida eterna”.

Jesús garantiza la existencia feliz y la vida eterna a través de la elección del Reino de Dios como “piedra preciosa” por la cual vale la pena vender todo lo que se posee, ha exhortado el Papa. “El joven rico no consiguió hacer esto –ha explicado el Obispo de Roma en referencia a la lectura de hoy- su corazón no consiguió separarse de los bienes que poseía”. El Obispo de Roma ha proseguido su homilía remarcando que Jesús no dice que la riqueza sea mala, sino que ésta aleja de Dios si no viene “invertida” en el Reino de los Cielos ayudando, sobre todo, a quienes más lo necesitan. “Comprender esto es fruto de la sabiduría (…) es la ‘Sabiduría del corazón’ –ha enfatizado el Papa- es un don que viene de lo alto”.

Por este motivo, para alcanzar la salvación hay que abrirse en la fe a la gracia de Cristo, el cual exige, a quien se revela, que le siga, ha proseguido explicando Benedicto XVI. “Los santos han tenido la humildad y la fuerza de responder ‘sí’, y han renunciado a todo para ser sus amigos –ha señalado el Papa- Así lo hicieron los cuatro nuevos santos cuyo único tesoro está en el cielo, es Dios”.

Y seguidamente el Santo Padre ha empezado hablando del obispo Rafael Guízar y de su ejemplo como pastor que vivió la misión de su apostolado imitando a Cristo y ayudando a los más débiles.

RealAudioMP3 El Evangelio que hemos escuchado nos ayuda a entender la figura de San Rafael Guízar y Valencia, Obispo de Veracruz en la querida nación mexicana, como un ejemplo de quienes lo han dejado todo para “seguir a Jesús”. Este Santo fue fiel a la palabra divina, “viva y eficaz”, que penetra en lo más hondo del espíritu (cf. Hb 4,12). Imitando a Cristo pobre se desprendió de sus bienes y nunca aceptó regalos de los poderosos, o bien los daba enseguida. Por ello recibió “cien veces más” y pudo ayudar así a los pobres, incluso en medio de “persecuciones” sin tregua (cf. Mc 10,30). Su caridad vivida en grado heroico hizo que le llamaran el “Obispo de los pobres”. En su ministerio sacerdotal y después episcopal, fue un incansable predicador de misiones populares, el modo más adecuado entonces para evangelizar a las gentes, usando su Catecismo de la doctrina cristiana. Siendo una de sus prioridades la formación de los sacerdotes, reconstruyó el seminario, que consideraba “la pupila de sus ojos”, y por eso solía exclamar: “A un obispo le puede faltar mitra, báculo y hasta catedral, pero nunca le puede faltar el seminario, porque del seminario depende el futuro de su diócesis”. Con este profundo sentido de paternidad sacerdotal enfrentó nuevas persecuciones y destierros, pero garantizando la preparación de los alumnos. Que el ejemplo de San Rafael Guízar y Valencia sea un llamado para los hermanos obispos y sacerdotes a considerar como fundamental en los programas pastorales, además del espíritu de pobreza y de la evangelización, el fomento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y su formación según el corazón de Cristo. 

Benedicto ha hablado después de las virtudes de los otros santos. De san Filippo Smaldone ha dicho que, como hijo del sur de Italia, supo llevar a su vida las mejores virtudes de su tierra. “Sacerdote de gran corazón, nutrido de constante oración y de adoración eucarística, fue sobre todo testigo y siervo de la caridad, que manifestaba de manera eminente en el servicio a los pobres, en particular a los sordomudos, a los cuales dedicó por completo su vida”. La obra que inició prosigue hoy -ha señalado el Papa- gracias a la Congregación de las Religiosas salesianas de los Sagrados Corazones por él fundada, y que se ha extendido por varias partes de Italia y del mundo. Precisamente esta mañana en la ceremonia de canonización estaban presentes varias asociaciones de niños sordos que han acudido a la cita en reconocimiento a la labor de este nuevo santo que dedicó su vida a las personas con esta discapacidad. 

 
De santa Rosa Venerini, Benedicto XVI ha puesto en evidencia su ejemplo de fiel discípula de Cristo, dispuesta a abandonarlo todo para cumplir la voluntad de Dios. Y ha resaltado su infatigable actividad que desarrollaba con valentía en favor de la elevación espiritual y de la auténtica emancipación de las jóvenes mujeres de su tiempo. ''Santa Rosa -ha explicado el Pontífice- no se contentaba con dar a las muchachas una adecuada instrucción, si no que se preocupaba de asegurarles también una formación completa, con firmes referencias sobre la enseñanza doctrinal de la Iglesia”. 

 
Finalmente, de santa Théodore Guérin, el Pontífice ha subrayado la actividad como misionera en Estados Unidos, durante la primera mitad del siglo XIX, donde fue llamada por sus superioras. Con gran confianza en la Divina Providencia, a pesar de vivir en zonas desérticas y salvajes, en medio de privaciones y grandes penurias, la Madre Théodore Guérin superó las dificultades fundando escuelas y dando vida a una nueva Congregación. ''Bella figura espiritual y modelo de vida cristiana'', la ha definido Benedicto XVI. ''Jesús invítanos también a nosotros -ha terminado diciendo en su homilía el Pap - como estos santos, a seguirte para tener como herencia la vida eterna''.


 Y tras la homilía y antes del rezo mariano del Ángelus, Benedicto XVI ha querido saludar en varias lenguas a todos los presentes, éstas han sido sus palabras en español: RealAudioMP3 Doy mi bienvenida a los peregrinos de lengua española venidos para esta solemne celebración. Saludo cordialmente a mis hermanos Obispos de México, a las autoridades, así como a los numerosos mexicanos que han participado en la canonización de san Rafael Guízar y Valencia, Obispo de Veracruz. Que su ejemplo ayude a los fieles católicos a seguir con fidelidad y coherencia el camino de Cristo, testimoniando a toda la sociedad la belleza de su amor y de su paz. ¡Feliz fiesta para todos!







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