2006-10-09 16:02:13

Benedicto XVI destaca la figura de Juan Pablo I, que subrayó la belleza del amor cristiano como única fuerza para derrotar la violencia


Lunes, 9 oct (RV).- «Fiel a la tradición y abierto a la renovación». Benedicto XVI destacaba ayer la gran figura de su predecesor el Siervo de Dios Albino Luciani - sacerdote, obispo y Papa - evocando la «figura dulce y mansa de este Pontífice fuerte en la fe, firme en los principios y siempre disponible a la acogida y a la sonrisa». Tras asistir en la tarde de ayer a la presentación, en el Vaticano, de la película sobre Juan Pablo I, titulada «Papa Luciani: la sonrisa de Dios», el Santo Padre ha expresado su gratitud por la realización de este largometraje que evoca «momentos sugestivos de la vida de la Iglesia del siglo pasado».

Tras evocar la infatigable actividad pastoral de Albino Luciani, que estimulaba «constantemente al clero y a los laicos a perseguir en los distintos campos del apostolado, el único y común ideal de la santidad», Benedicto XVI ha hecho hincapié en que Juan Pablo I, «maestro de la verdad y catequista apasionado, recordaba a todos los creyentes, con la fascinadora sencillez que le caracterizaba, el compromiso y la alegría de la evangelización, subrayando la belleza del amor cristiano, única fuerza capaz de derrotar la violencia y construir una humanidad más fraterna».

Benedicto XVI concluyó sus palabras recordando la profunda devoción a la Madre de Dios de Albino Luciani, que cuando era patriarca de Venecia escribió que «es imposible concebir nuestra vida, la vida de la Iglesia, sin el rosario, las fiestas marianas, los santuarios marianos y las imágenes de la Virgen», por lo que el Santo Padre exhortó a acoger la invitación de Juan Pablo I y, como él hizo, «encontrar en la humilde entrega a María el secreto de una serenidad cotidiana y de un activo compromiso en favor de la paz en el mundo».







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