Escuchar el programa Hoy hablaremos
de la soltería, un estado que se ha convertido realmente en una opción para muchas
personas, esa es la tendencia actual que responde obviamente a múltiples factores,
pero que sin lugar a dudas se presenta como una alta tendencia de nuestras sociedades.
“La soltería ya no es un estado a superar lo antes posible”, señala la historiadora
social Stephanie Coontz. “Tiene sus propias recompensas. El matrimonio ya no es la
puerta de entrada a la edad adulta”. Las personas aún pueden estar ansiosas por conocer
a una pareja con la cual pasar un largo período de sus vidas, pero están mucho menos
desesperadas, agrega. Y es que cada vez con mayor frecuencia, los individuos están
encontrando que la soltería es preferible a estar en una relación insatisfactoria,
una relación de peleas y desencuentros, de incomunicación y hasta violencia intrafamiliar.
De hecho, la posibilidad de la soltería como un estilo de vida posible se
pone de relieve para diversos estudios de las ciencias sociales, sin que ello sea
garantía de la felicidad, pues obviamente ésta depende del logro de significativas
metas de vida y de la calidad de la relaciones que establece cada persona.
Popularmente
se tiene la idea que los solteros son egoístas por ir tras sus propias metas de vida.
Si usted es soltero o soltera y tiene un magnífico trabajo al cual le dedica una gran
cantidad de energía, por lo general le dicen que su empleo no le devolverá el amor.
Y eso es cierto, incluso la gente se imagina o sospecha que los solteros son los grandes
perdedores en el juego del amor. Verdad o mentira, la soltería es cada vez una opción
que cobra fuerza no sólo como decisión de algunas personas, sino como un fuerte renglón
de la economía, la psicología y en general un nuevo filón de estudios de las ciencias
sociales. No cabe duda que las situaciones actuales son verdaderamente diferentes.
Hoy, las mujeres solteras tienen oportunidades laborales, independencia económica
y libertad reproductiva, y todo ello marca grandes diferencias, como por ejemplo las
mujeres no casadas en el siglo pasado, eran tildadas de solteronas y relegadas a un
estatus inferior. Se pensaba que la felicidad y bienestar de las mujeres dependía
de los hombres. Hoy en día la independencia de la mujer está marcando nuevas formas
de relación y de vida, y entre ellas la soltería es una opción.
Ahora, la
noción de que los solteros son todos solitarios y llevan una vida miserable es un
mito, un mito que desaparece lentamente. Hay innumerables solteros que llevan vidas
de “satisfacción secreta”, es decir les gustan sus vidas, tienen amigos, viajan, etcétera;
sin embargo, lo único que escuchan a su alrededor es que no se es feliz a menos que
se tenga una pareja. Sin embargo, es difícil para una persona soltera reconocer plenamente
o decir a otra persona: ‘Soy feliz, pues es parte de nuestra imaginación cultural
que alguien pueda ser soltero y quiera serlo sin problemas. La realidad hoy es
que ser soltero es una situación manejable y brinda libertad, así lo señala Ellen
McGrath, psicóloga clínica de Nueva York. Pues ella subraya que una persona al mantenerse
soltera, tiene más probabilidades de desarrollar lo mejor de sí, pues se siente con
mucho dominio emocional al ir detrás de lo que es significativo para esa persona,
incluso si es arriesgado. Cuando se es soltero o soltera, se tienen más oportunidades
de hacer lo que parece es adecuado sin mirar a la otra persona en busca de aprobación. Texto:
Alma García Locución: Alina Tufani