2006-09-28 16:40:39

Día marítimo Mundial 2006, el papel que juegan los mares para paliar la pobreza


Jueves, 28 sep (RV).- Hace seis años, cuando la "Asamblea del Milenio de las Naciones Unidas" adoptó la Declaración del Milenio de las ONU de 2000, se vivió un momento decisivo para la cooperación mundial en el siglo XXI. En la Declaración se determinaban, dentro de un único marco, los problemas principales a los que se enfrenta la humanidad en el nuevo milenio, se perfilaba la respuesta que la comunidad mundial debería dar a esos problemas y se establecían medidas concretas para juzgar esa actuación. Cinco años más tarde, como seguimiento de los resultados de la Cumbre del Milenio, se organizó una Cumbre Mundial, al tiempo que se celebraba el sexagésimo periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Esa Cumbre tuvo lugar del 14 al 16 de septiembre de 2005 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York con la asistencia de jefes de Estado o de Gobierno de más de 150 países y de observadores en representación de diversos organismos especializados y programas de las Naciones Unidas, así como de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales. La Cumbre congregó el mayor número de líderes mundiales de la historia. En representación de la Organización Marítima Internacional (OMI) asistió su Secretario General.

Precisamente a raíz de esta cumbre se reafirmó el lema del Día Marítimo Mundial de 2006 que mañana se celebra en todo el mundo: "Cooperación técnica: La respuesta de la OMI a la Cumbre Mundial de 2005", un lema que, en primer lugar, es fiel a la decisión de la Asamblea de la OMI, y por otra parte refleja la importancia de que la labor de la Organización se perciba no solamente en relación con el servicio que presta a la comunidad marítima en sí, sino también en el contexto más amplio del programa internacional establecido por las Naciones Unidas. Se escogió con el objeto de dar a la Organización la oportunidad de contribuir, desde su perspectiva, al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Los ODM proporcionan al mundo metas cuantificadas y con un plazo determinado para tratar de resolver la pobreza extrema en sus muy diversas manifestaciones -bajos ingresos, hambre, enfermedades, vivienda inadecuada y exclusión social- mientras que, al mismo tiempo, favorecen la igualdad, la enseñanza, la sostenibilidad del medio ambiente y la seguridad. Cada uno de los ODM tiene sus propias metas concretas, metas que, en su conjunto, constituyen una declaración clamorosa de la enorme disparidad que existe en el mundo entre ricos y pobres. Con los ODM se procura lograr un mundo pacífico, protegido y sin pobreza y reafirmar la necesidad de centrar los esfuerzos para el desarrollo en áreas en las que tales esfuerzos puedan traducirse en mejoras evidentes, mensurables y sostenibles de la calidad de vida, en particular de las personas de menores recursos. Son, por su naturaleza, específicos y están a la vez inspirados por una visión de futuro, y todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas han prometido su consecución para antes de 2015.

En relación con el cumplimiento por parte de la OMI de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, hay que decir que se calcula que más del 50% de la población del mundo vive en la pobreza. De los 20 países más pobres del mundo, 10 son Estados ribereños, de los cuales nueve están en el continente africano. En otras palabras, la mitad de los países más pobres del mundo son Estados con litoral y el 90% se encuentra en África. Esto significa que las actividades y los recursos marítimos guardan relación directa con 10 de los países más pobres del mundo. Además, las Naciones Unidas señalan que, de los 49 países menos adelantados, 31 son Estados ribereños. Con excepción de tres países con acceso a lagos, los demás países menos adelantados son Estados sin litoral, mientras que 34 de los países menos adelantados están en el continente africano.

En un principio quizás quepa preguntarse cómo, aparte de expresar un apoyo general, puede la OMI y, de hecho la comunidad marítima en general, efectuar un aporte verdaderamente positivo para el logro de los ODM. La respuesta, por supuesto, es que sencillamente tenemos que hacerlo. Se ha señalado repetidamente que, dada la magnitud de los ODM, ningún Gobierno por sí solo podría asumir la responsabilidad de alcanzarlos ni tendría capacidad para ello. Las dificultades que plantean son sencillamente tan ingentes que no podría abordarlas una sola entidad, ni organismo, y que ni siquiera bastaría una estrategia única. Así pues, corresponde a la comunidad internacional en su conjunto adoptar medidas para abordar tales dificultades. Todos debemos ser conscientes de que la situación actual es insostenible e inaceptable. Saber que centenares de millones de personas están, por ejemplo, indefensas frente al hambre, las enfermedades y la degradación del medio ambiente, incluso si se cuenta con los medios para evitarlo, debe motivarnos a todos. En su esfera de responsabilidad, la OMI -y la comunidad marítima en su conjunto- tiene que contribuir como le corresponde.

Con su labor, la OMI apoya firmemente ciertos ODM y contribuirá considerablemente a poner en práctica las recomendaciones contenidas en el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005. De ahí la importancia de que mañana recordemos el Día Marítimo Mundial.







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