El Papa espera que la reforma de la ONU favorezca a los países más pobres
Miércoles, 13 sep (RV).- Benedicto XVI espera que la reforma que el pasado año emprendió
la Organización de las Naciones Unidas sirva para salir al paso de las necesidades
de los países más pobres. Así lo afirma el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado,
en un mensaje enviado en nombre del Pontífice al acto de oración con motivo de la
inauguración de la sexagésima primera sesión de la Asamblea General de la ONU, que
tuvo lugar el pasado 11 de septiembre, en la iglesia de la Sagrada Familia de Nueva
York.
En el acto, en el que entre otros participó el secretario general de
la ONU, Kofi Annan, se elevaron oraciones por las víctimas de los atentados que habían
tenido lugar cinco años antes. El mensaje pontificio, leído por el arzobispo Celestino
Migliore, observador permanente ante la ONU, reconoce «el progreso realizado en este
último año a favor de una presencia y una actividad más efectiva de la Organización
de las Naciones Unidas en las áreas de la salvaguarda de la paz y de la protección
de los derechos humanos fundamentales».
Al mismo tiempo, el cardenal Sodano
asegura que el Papa «espera que la revisión emprendida de las estructuras de la organización
con motivo del sexagésimo aniversario de su fundación traiga un mayor compromiso práctico
para salir al paso de las necesidades y aspiraciones de los pueblos del mundo en vías
de desarrollo».
En la agenda de las sesiones de trabajo para este años
de la asamblea de la ONU se encuentran dos temas que el Santo Padre califica como
«dos de las cuestiones más serias a nivel político y ético que tiene que afrontar
la comunidad internacional en estos momentos»: se trata del «diálogo sobre migración
internacional y desarrollo» y del «proceso de revisión del programa de acción a favor
de los países menos desarrollados».
Por este motivo, el Santo Padre confía
en que «Dios Todopoderoso confiera a todos los asociados al trabajo de la sesión entrante
la sabiduría, la perseverancia y la visión moral necesaria para afrontar estas apremiantes
cuestiones». El pontífice espera por último que quienes trabajan en estas sesiones
de la ONU «sean apoyados en sus esfuerzos por construir un futuro de justicia, liberad
y paz para toda la familia humana».
En el encuentro, Kofi Annan, que en
diciembre concluirá su mandato, afirmó: «La ONU es una organización laica, pero los
principios fundamentales de las religiones están inscritos en su Carta». Por este
motivo, pidió a todos los creyentes rezar y comprometerse a favor del diálogo entre
los pueblos. E invitó a los presentes a pedir a Dios que «cambie nuestros corazones
para que todos nosotros trabajemos apasionadamente por el bien de la humanidad».