Primer aniversario de la llegada del huracán Katrina
Lunes, 28 ago (RV).- Mañana se cumple el primer aniversario de la llegada del huracán
Katrina a la costa estadounidense del Golfo de México, la fuerza del tornado y las
posteriores inundaciones provocaron la muerte de más de mil personas en Luisiana,
Misisipi y Florida, y el éxodo de más de un millón de personas de Nueva Orleáns, la
ciudad más afectada.
El huracán Katrina fue la undécima tormenta a la que se
asignó un nombre, el quinto huracán y el primero que alcanzó la categoría cinco en
la temporada de huracanes 2005 del Atlántico. Katrina se formó sobre las Bahamas el
24 de agosto del pasado año y tocó tierra por primera vez cerca del norte de Miami,
en Florida, en la forma de un huracán de categoría uno. Durante su primer recorrido
causó graves inundaciones, pérdida de la energía eléctrica y once muertos. Tras su
paso por Miami, se debilitó convirtiéndose en tormenta tropical, pero ganó fuerza
en las aguas cálidas del golfo de México, donde se convirtió en un huracán de categoría
cinco, alcanzando vientos de hasta 280 kilómetros por hora. Ante la virulencia del
Katrina, las autoridades ordenaron la evacuación de Nueva Orleáns ya que el 70 por
ciento de esta ciudad está por debajo del nivel del mar. La ciudad resultó efectivamente
inundada. Se produjeron también diversas alertas de tormentas y tornados en zonas
de Luisiana, Misisipi, Alabama y Georgia, todas ellas en la costa del golfo.
Ante
la calamidad dejada a su paso por el huracán Katrina, Benedicto XVI envió un telegrama
de pésame por las víctimas que el huracán dejó a su paso por las costas del sureste
de Estados Unidos. “Entristecido profundamente por las trágicas consecuencias del
huracán –se leía en el texto enviado por el secretario de estado, cardenal Angelo
Sodano, en nombre del Santo Padre- su Santidad asegura en sus oraciones a todos los
afectados, encomendando a Dios a todos los difuntos y a todas las familias afligidas
por el dolor”. El Papa invocaba bendiciones para todos ellos, rezando “por todas aquellas
personas que están implicadas en hacer llegar ayuda a las víctimas de este desastre”,
animándoles para que “perseveren en sus esfuerzos de llevar ayuda y soporte a los
afectados”.
En este sentido, muchas fueron las organizaciones católicas que
se movilizaron en Estados Unidos para proporcionar ayuda a las víctimas del huracán
Katrina. Desde Cáritas se pidió sobre todo ayuda económica, ya que los daños producidos
por este fenómeno meteorológico fueron millonarios, recibiendo una gran aceptaciones
por todas las personas de buena voluntad que dieron su contribución para ayudar a
reconstruir las zonas más afectadas.
Y es que, el 2 de septiembre de 2005 el
85 por ciento de la ciudad de Nueva Orleáns estaba bajo el agua, convirtiéndose la
ciudad en inhabitable. Todos los servicios públicos fueron suspendidos y no era posible
utilizar las infraestructuras debido a la gran cantidad de agua. La situación desencadenó
en una crisis de orden público debido al violento saqueo generalizado causado por
la escasez de alimentos. Al final el alcalde de la ciudad tuvo que recurrir a instaurar
la ley marcial para evitar el saqueo y la violencia. En el resto de ciudades que se
vieron afectadas se produjeron prolongados cortes de energía eléctrica. En Misisipi
se confirmó la muerte de al menos 100 personas como consecuencia del paso del huracán
y de la devastación. Las ciudades de Biloxi y Gulfport fueron casi completamente arrasadas,
según información de la alcaldía de Biloxi. La infraestructura de servicios públicos
en varias partes de Misisipi fue seriamente comprometida. En Alabama se produjeron
tornados y el condado de Mobile sufrió inundaciones. El valle del Tennessee resultó
también afectado por las inundaciones. Tres condados de Kentucky fueron declarados
zona de desastre debido a las inundaciones. Lluvias y tornados se produjeron en estados
como Virginia Occidental y Nueva York. El 2 de septiembre, el Katrina se declara extinguido.
A
pesar de la catástrofe que se saldo con miles de vidas perdidas, la humanidad dio
un gran ejemplo de solidaridad, apoyando a las diferentes organizaciones que acudían
a las zonas más afectadas para prestar su ayuda. Asimismo muchas fueron las situaciones
de hermandad entre los afectados, dándose cobijo los unos a los otros y apoyándose
para conseguir sobreponerse a la catástrofe. Pero el paso del huracán Katrina tiene
que servir también para demostrar al hombre su vulnerabilidad ante la naturaleza,
el hombre, es quien se ha de ocupar de ella, pero sino lo hace, la propia naturaleza
se puede volver en su contra, por eso debemos cuidarla más que nunca para evitar que
se sigan produciendo desastres naturales de la magnitud del Katrina.