2006-08-27 15:19:37

Ángelus: El Papa recuerda a santa Mónica, ejemplo de tantas madres hoy, y a san Agustín a quien ha pedido el don del encuentro con Cristo para todos los jóvenes que buscan la felicidad recorriendo senderos errados


Domingo, 27 ago (RV).- Un domingo más Benedicto XVI ha recitado el Ángelus desde la localidad de Castelgandolfo, donde el Santo Padre está pasando un periodo de reposo. En su alocución previa el rezo mariano, el Obispo de Roma ha recordado la memoria litúrgica que hoy celebramos de santa Mónica y la que mañana celebraremos, la de su hijo san Agustín. A ambos el Papa les ha calificado como “testigos que pueden ser de gran apoyo y ayuda para tantas familias de nuestro tiempo”.

Santa Mónica nació en Tagaste, en la actual Argelia, en el seno de una familia cristiana, vivió de manera ejemplar su misión de esposa y madre, ayudando a su marido Patricio a descubrir la belleza de la fe en Cristo y la fuerza del amor evangélico capaz de vencer el mal con el bien, ha explicado el Papa. Tras la muerte de su marido, santa Mónica tuvo que educar sola a sus tres hijos, entre ellos a Agustín, de carácter muy rebelde.

Como diría después el propio Agustín, su madre le engendró dos veces –ha proseguido el Obispo de Roma- la segunda necesitó un largo trabajo espiritual marcado por oración y lágrimas, coronado después con la felicidad de verle no solo abrazar la fe y recibir el Bautismo, sino también con la entera dedicación al servicio de Cristo. “También hoy ¡Cuántas dificultades hay en las relaciones familiares y cuántas madres están angustiadas porque los hijos emprenden caminos equivocados! –ha exclamado el Obispo de Roma- Mónica, mujer sabia y sólida en la fe, invita a no desanimarse, y perseverar en la misión de esposas y madres, manteniendo firme la confianza en Dios y aferrándose con perseverancia a la oración”.

En cuanto a san Agustín el Papa ha recordado como “toda su existencia fue una apasionada búsqueda de la verdad”. Al final, y no sin un largo tormento interior, descubrió en Cristo su sentido último y pleno en la propia vida y en la historia humana. Benedicto XVI ha proseguido señalando como en la adolescencia, atraído por la belleza terrena, se abalanzó sobre esta -como él mismo confiesa-, de manera egoísta y posesiva con comportamientos que crearon no poco dolor en su madre, pero a través de un recorrido difícil, y gracias a las oraciones de ella, Agustín se abrió cada vez más a la plenitud de la verdad y del amor, hasta la conversión, que tuvo lugar en Milán bajo la guía del obispo san Ambrosio.

“Tarde te he amado -escribe san Agustín en su libro Confesiones- belleza tan antigua y tan nueva, tarde te he amado. Tú estabas dentro de mi y yo estaba fuera y allí te buscaba. Estabas conmigo y yo no estaba contigo. Me has llamado, me has gritado, has roto mi sordera. Me has sorprendido, me has encandilado y finalmente has curado mi ceguera”. “Que san Agustín –ha proseguido el Papa- obtenga el don de un sincero y profundo encuentro con Cristo para todos aquellos jóvenes que, sedientos de felicidad, la buscan recorriendo senderos errados y se pierden en calles ciegas”.

“Santa Mónica y san Agustín nos invitan a dirigirnos con confianza a María, sede de la sabiduría –ha finalizado Benedicto XVI- A Ella confiamos a los padres cristianos para que como Mónica, acompañen con el ejemplo y con la oración el camino de sus hijos. A la Virgen, madre de Dios, recomendamos a la juventud, para que como Agustín tienda siempre hacia la plenitud de la verdad y del Amor que es Cristo: sólo Él puede saciar los deseos profundos del corazón humano”.

Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Papa ha recordado la celebración en Italia el próximo 1 de septiembre de la primera Jornada para la salvaguarda de lo creado, gran don de Dios expuesto a serios riesgos por elecciones y estilos de vida que pueden degradarlo. “La degradación ambiental –ha dicho Benedicto XVI- hace particularmente insostenible la existencia de los pobres de la tierra. Hay que cuidar lo creado, no dilapidando los recursos y compartiéndolos de manera solidaria”.

Seguidamente el Papa ha saludado en varias lenguas, estas han sido sus palabras en español: RealAudioMP3 Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. Recordamos hoy la figura de santa Mónica, madre de san Agustín, cuya fiesta celebraremos mañana. Que la intercesión de estos dos insignes santos nos guíe en la búsqueda de la verdad, que es Cristo; así como, siguiendo el ejemplo de santa Mónica, aliente y ayude a los padres de familia en su noble misión de educar cristianamente a sus hijos. ¡Feliz Día del Señor!








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