2006-08-25 15:33:07

Memoria litúrgica de san Luís, rey de Francia


Viernes, 25 ago (RV).- Luís nació el 25 de abril de 1214, en Poissy, cerca de París. Sus padres eran el rey Luis VIII y Blanca de Castilla. A los 12 años quedó huérfano de padre, y su madre Blanca asumió el mando del país mientras el hijo llegaba a mayoría de edad. Al cumplir sus 21 años fue coronado como rey, con el nombre de Luís IX. A los 19 años contrajo matrimonio con Margarita, una mujer virtuosa que fue durante toda su vida su más fiel compañera y colaboradora. Su matrimonio fue verdaderamente feliz. Tuvo cinco hijos y seis hijas. Sus descendientes fueron reyes de Francia mientras ese país tuvo monarquía, es decir, hasta el estallido de la revolución francesa.

San Luís fue siempre un guerrero hábil, inteligente y valeroso, pero supremamente generoso con los vencidos. Estaba siempre dispuesto a pactar la paz con sus enemigos tan pronto como ellos lo deseaban. Decía que sólo hacía la guerra por defender la patria, pero nunca por atacar a los demás. Pocos gobernantes en la historia han sido tan amigos de la religión católica como el rey san Luís. Le agradaba mucho ir a los conventos a rezar con los religiosos y asistir con ellos a las ceremonias religiosas.

De entre sus leyes especiales, san Luís prohibió la usura y erradicó la nefasta costumbre de maldecir, mandaba dar fuertes castigos a quienes sorprendía maldiciendo en público. Sabiendo que era un hombre extraordinariamente piadoso, le hicieron llegar desde Constantinopla la Corona de Espinas de Jesús, y él entusiasmado le mandó construir una lujosa capilla para venerarla. Y al saber que la Tierra Santa donde nació y murió Jesucristo, era atacada por los mahometanos, dispuso organizar un ejército de creyentes para ir a defender el país de Jesús. Organizó una buena armada y en 1247 partió para Egipto, donde estaba el fuerte de los mahometanos. Allí combatió heroicamente contra los enemigos de la religión católica, los derrotó y se apoderó de la ciudad de Damieta. Pero poco después, una epidemia acabó con la vida de muchos de sus soldados y el mismo rey fue hecho prisionero. Finalmente la ciudad conquistada tuvo que ser devuelta para la liberación del rey.

En los tiempos de su reinado fue fundada en París la famosísima Universidad de la Sorbona. Construyó un hospital para ciegos, que llegó a albergar a 300 enfermos. Además, cada día invitaba a almorzar a su mesa a 12 mendigos y mandaba repartir en las puertas de su palacio, ropas a centenares de pobres que llegaban a suplicar ayuda. Tenía una lista de gentes muy pobres pero que les daba vergüenza pedir (pobres vergonzantes) y les mandaba ayudas secretamente, sin que los demás se dieran cuenta. Sentía un enorme deseo de lograr que los países árabes se volvieran católicos. Por eso fue con su ejército a la nación de Túnez a tratar de lograr que esas gentes se convirtieran a nuestra religión. Pero allá le sorprendió su última enfermedad, el tifo negro. Murió el 25 de agosto de 1297 después de recibir los santos sacramentos, sus últimas palabras fueron: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. El Papa Bonifacio VIII lo declaró santo en el año 1297.








All the contents on this site are copyrighted ©.