2006-07-28 17:55:51

Reflexiones en familia


Escuchar el programa RealAudioMP3
Viernes, 28 jul (RV).- Cuando las familias empiezan a crecer, cuando las parejas comienzan a tener sus hijos la pregunta fundamental que se hacen a sí mismos es cómo ser mejores padres. En diversas ocasiones hemos dicho que para este maravilloso oficio no existe una fórmula o un manual, pues realmente el ser padres es la conjugación de factores guiados por la responsabilidad hacia los hijos, la intuición y una alta dosis de amor.

El compromiso de los padres en la educación y crianza de sus hijos exige mucho tiempo y esfuerzo. Velar por las necesidades básicas de los hijos es un trabajo silencioso, cotidiano, que pocas veces se ve recompensado, pues los padres, por su misma naturaleza, deben estar dispuestos a correr con los riesgos y sacrificios que la tarea demanda.

Ante la perspectiva de la paternidad y maternidad, muchas parejas se preguntan si podrán llegar a ser buenos padres. Su propia historia como hijos que fueron -y que siguen siendo- los condiciona sin duda en su labor de padres, pues con toda seguridad querrán repetir los aciertos y evitar los errores. Miles de preguntas comenzarán a desfilar por su mente cuando se enfrenten al pequeño bebé que forma parte de sus vidas y que depende absolutamente de ellos.

Pero el compromiso de los padres siempre va más allá de las tareas de supervivencia para los hijos, ser padres implica un compromiso que dura toda la vida; y, más allá de los cambios normales de la vida (no es lo mismo un niño de cuatro años, que un adolescente o un adulto), y la tarea de los padres de familia parece no tener fin, pues ellos siguen siendo un gran apoyo, incluso cuando ya hemos construido nuestras propias familias.

No se puede separar el compromiso del estar involucrado en la vida del hijo. La participación es la base de la función de los padres, y su primer instinto es el de renovar un compromiso de dedicar más recursos y tiempo a fortalecer el vínculo con los hijos. Participación y compromiso, algo más que meras palabras, mucho más en la sociedad moderna, donde al parecer el trabajo y las múltiples ocupaciones ocupan todo el tiempo, de ahí que cada día se habla de la calidad de tiempo que dedicas a tus hijos.

Hacerse un tiempo para estar con los hijos nunca resulta fácil. Mantener un horario de trabajo requiere muchas horas, y aun cuando se llega a la casa hay más proyectos que completar y decisiones que tomar. Los hijos, también tienen cosas que hacer, ya sean actividades deportivas, reuniones estudiantiles, trabajos temporales o salir con sus amigos al centro comercial. Pero hasta las agendas más discordantes pueden tener sus puntos en común.

Cuando parece que no existe tiempo para una interacción saludable y cotidiana, los padres no pueden olvidar que en sus hombros recae la responsabilidad de articular, unir y orientar la familia que han constituido, además de pensar y planear momentos en los cuales toda la familia pueda reunirse. No es fácil, lo más probable es que sean los padres los que deban dejar algunas actividades o realizar cambios bruscos en sus rutinas.

Sin lugar a dudas uno de los aspectos fundamentales en la relación padres-hijos es la comunicación. La participación llevada al nivel más intenso significa una saludable comunicación. Hablar con los hijos, comunicarles sus esperanzas y sueños, afirmando siempre que los padres son sobre todo humanos y por ello se equivocan, pero también tienen la capacidad de pedir perdón cuando sea necesario, es importante también que el padre o la madre trate de estar disponible a conversar, disponible al diálogo independientemente de lo "delicado" que sea el tema, o si se tienen posiciones divergentes.

Hablar y escuchar a los hijos le permite averiguar cuáles son sus intereses, en qué creen y qué es lo verdaderamente importante de sus vidas. Resulta importante que comunique su compromiso con ellos.

Un hogar, aparte de comodidades materiales, debe transmitir una idea de seguridad, de afecto y de protección contra el mundo exterior. Piense en todas las actividades que su hijo disfruta y trate de comprometerse en alguno de estos rubros. Asegúrese de que su hijo se sienta cómodo con su presencia, pídale permiso si tiene alguna duda al respecto.

Textos: Alma García
Locución: Alina Tufani Díaz








All the contents on this site are copyrighted ©.