Escuchar el programa Viernes, 21 jul
(RV).- Hoy hablaremos de la ansiedad, ese estado de ánimo que nos genera reacciones
diversas, que nos pone en alerta o en movimiento a veces incontrolado, que nos altera
el humor y hasta el apetito. Realmente es una palabra muy utilizada en nuestro vocabulario
cotidiano, lo curioso es que se ha vuelto tan común hablar de ansiedad, que a veces
decimos estar ansiosos sin comprender del todo a qué nos referimos.
La
ansiedad es un recurso que el cuerpo humano utiliza para enfrentarse a diferentes
situaciones. La podemos definir como un temor anticipado de un peligro futuro, o de
un cambio o situación que no conocemos aún y cuyo origen no se conoce.
Casi
todas las personas, si no todos incluso los niños, hemos pasado por estados de ansiedad
en algún momento de nuestras vidas. Es sin duda una respuesta de sobrevivencia que
se genera de manera casi espontánea; es una respuesta de huida ante un peligro, o
cuando estamos frente a un examen o una situación anunciada que no sabemos como se
presentará, es una situación que nos ayuda a mantenernos alertas ante algunas situaciones
que en definitiva no controlamos.
Dependiendo de cada persona, la ansiedad
se presentará con diversas manifestaciones. Hay síntomas físicos y psicológicos,
algunas personas identifican muy bien los síntomas, otras no tanto y tienden a confundir
con otros estados de ánimo sean depresivos o eufóricos, de preocupación o alegría.
Se ha encontrado que la ansiedad es también una sensación que se presenta en más de
un miembro de la misma familia.
Los síntomas físicos que se pueden manifestar
cuando tenemos estados de ansiedad son: tensión muscular, sudor en las palmas de las
manos, molestias estomacales, taquicardia, náuseas, mareos, sensación de asfixia,
calambres musculares, por mencionar sólo los más conocidos.
Entre
los síntomas psicológicos, podemos señalar que la ansiedad se manifiesta como un malestar
mental y la sensación de que la persona no podrá ser capaz de controlar sucesos futuros.
Cuando la ansiedad impide que enfrentemos cualquier situación se dice entonces que
esa persona padece de un trastorno de ansiedad.
Este trastorno, aunque
presenta las mismas manifestaciones físicas y psicológicas que la ansiedad en sí,
se diferencia por su duración en el tiempo y la manera cómo se presenta.
Es
un trastorno que se caracteriza por tener a la ansiedad como elemento principal de
sufrimiento en la persona que lo padece, justamente por la incapacidad de controlar
la situación y por ello requiere de asesoría y apoyo especializado.
La ansiedad
puede ser provocada por muchas causas; usualmente esas causas están relacionadas con
experiencias vividas que por lo general son traumáticas, pero no necesariamente toda
ansiedad se produce a raíz de una situación de trauma.
Dentro de los trastornos
de la ansiedad podemos encontrar: pánico, fobia social, fobia específica, trastorno
obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés agudo, trastorno de ansiedad generalizada,
trastornos de ansiedad inducida por sustancias. El tratamiento para estos trastornos
es una combinación de medicamentos, psicoterapia y técnicas de relajación para poder
ayudar más efectivamente a la persona que lo padece.
Igualmente son muchas
las terapias que se han generado para controlar los estados de ansiedad y poder dominar
las causas que la ocasionan y los síntomas que generan. Terapias que van desde ejercicios
y rutinas deportivas, hasta sistemas de relajación y manejo de las emociones.