Ángelus: apremiante llamamiento de Benedicto XVI a israelíes, palestinos y comunidad
internacional para que acaben los secuestros en Tierra Santa y, mediante la negociación,
termine el conflicto y se asegure la paz que anhelan ambos pueblos
Jueves, 29 jun (RV).- En la cita para el rezo del Ángelus, en la solemnidad de hoy,
Benedicto XVI ha manifestado su profunda preocupación ante la nueva escalada de violencia
que se está viviendo en Tierra Santa y ha dirigido un apremiante llamamiento a los
responsables israelíes y palestinos en favor de la paz: «Sigo con preocupación todo
lo que está sucediendo en Tierra Santa y rezo para que toda persona secuestrada sea
entregada sin demora a sus seres queridos. Dirijo un llamamiento a los responsables
israelíes y palestinos con el fin de que, con la generosa contribución de la comunidad
internacional, busquen responsablemente el único reglamento negociado del conflicto
que puede asegurar la paz que anhelan sus pueblos».
El nuevo apremiante llamamiento
del Papa en favor de la paz en Oriente Medio se produce mientras, según fuentes palestinas
e israelíes, las Fuerzas de Seguridad de Israel han detenido en la madrugada de hoy
a más de 60 líderes de Hamás, entre ellas a ocho ministros del Gobierno de la Autoridad
Nacional Palestina (ANP) y 20 diputados, todos residentes en Cisjordania ocupada.
Y, al tiempo que tropas israelíes continúan la búsqueda del soldado secuestrado el
pasado domingo por milicianos palestinos, esta madrugada fue hallado el cadáver de
un joven civil israelí, de 18 años, secuestrado también el pasado domingo y asesinado
poco después de su captura, en el distrito cisjordano de Ramala.
En sus palabras
para introducir el rezo del Ángelus, en este día solemne en que se honra a los santos
Pedro y Pablo, cuyo martirio se considera como acto de nacimiento de la Iglesia de
Roma, el Santo Padre ha hecho hincapié en que precisamente por ello, «el Obispo de
Roma, Sucesor del apóstol Pedro, desarrolla un ministerio peculiar al servicio de
la unidad doctrinal y pastoral del Pueblo de Dios extendido en todo el mundo».
Tras
recordar que en este contexto se percibe mejor también el significado del rito realizado
esta mañana, durante la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, es decir la entrega
a algunos Arzobispos Metropolitanos del Palio, Benedicto XVI ha subrayado que esta
antigua insignia litúrgica «expresa la comunión especial de estos Pastores con el
Sucesor de Pedro».
Saludando a los hermanos Arzobispos y a quienes les han
acompañado e invitando a rezar por estos Pastores y las Iglesias que se les ha confiado,
el Pontífice ha señalado otro motivo de gran alegría en este día. Es decir, la presencia
en Roma, precisamente en ocasión de la solemnidad de hoy, de una Delegación especial
enviada por el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I. Al que ha agradecido
por este nuevo gesto que manifiesta, una vez más, los profundos lazos de fraternidad
entre nuestras Iglesias. El Papa ha invitado a rezarle a la Madre de Dios por la unidad
plena de los cristianos: «Que Obtenga para los cristianos el don de la unidad plena,
María, la Reina de los Apóstoles, que invocamos con confianza. Que con su ayuda y
siguiendo las huellas de san Pedro y de san Pablo puedan la Iglesia que está en Roma
y todo el Pueblo de Dios ofrecer al mundo el testimonio de unidad y valiente entrega
al Evangelio de Cristo».
Tras el rezo mariano y el responso por los difuntos,
el Santo Padre ha saludado en francés, inglés, alemán, polaco y español a los Arzobispos
Metropolitanos que han recibido hoy el Palio y a los peregrinos que los han acompañado
en esta solemne celebración. Éstas han sido sus palabras en nuestra lengua: «Saludo cordialmente
a los fieles de lengua española, en particular a los Arzobispos que hoy han recibido
el Palio, así como a sus acompañantes de Argentina, Colombia y Venezuela. En la solemnidad
de San Pedro y San Pablo, invito a todos imitar su firmeza en fe, que ellos transmitieron
fielmente hasta dar su vida por ella».