Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas
Lunes, 26 jun (RV).- El día internacional de la lucha contra el uso indebido y el
tráfico ilícito de drogas, que se celebra en todo el mundo cada 26 de junio, apunta
a una sociedad internacional libre de drogas; para ello pretende instaurar diversas
herramientas en las que los protagonistas son los gobiernos.
El día internacional
de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas busca desarrollar
estrategias pedagógicas específicas para cada realidad estatal pero que logren que
los jóvenes conozcan sobre los efectos nocivos del consumo de estupefacientes; desarrollar
políticas preventivas a través de la información veraz y de simple acceso al tema;
fortalecer valores a través de la defensa de la familia como núcleo básico de la sociedad;
establecer redes de instituciones, comunidades y ONGs que trabajan en el ámbito de
la prevención; etc.
En este sentido, el amado predecesor de Benedicto XVI,
Juan Pablo II, expresó la valiosa oportunidad que esta celebración representa para
reflexionar “sobre una de las más trágicas situaciones que aún afectan a la sociedad
actual, causando un daño incalculable, especialmente a la generación más joven; es,
también, una oportunidad para fortalecer la decisión de afrontar este problema”.
En
este sentido La Santa Sede está preocupada por el aumento del uso de drogas y del
tráfico ilícito de narcóticos y sustancias psicotrópicas, que –como señalaba el propio
Papa Wojtyla- “la opinión pública parece aceptar a veces con indiferencia generalizada
y a menudo con la creencia errónea de que la protección contra este flagelo consiste
en marginar y abandonar a sus víctimas, sin afrontar sus causas devastadoras”.
Diez
años han pasado desde que Juan Pablo II pronunciara estas palabras, pero poco es lo
que ha cambiado en el mundo en relación a las drogas, porque como decía el antecesor
de Benedicto XVI, “es preciso reconocer que se da un nexo entre la patología mortal
causada por el abuso de drogas y una patología del espíritu, que lleva a la persona
a huir de sí misma y a buscar placeres ilusorios, escapando de la realidad, hasta
tal punto que se pierde totalmente el sentido de la existencia personal. Algunos factores,
como la ruptura familiar, las tensiones en las relaciones humanas, el aumento del
desempleo y los modelos infrahumanos de vida, favorecen esta alienación. De hecho,
en la raíz de estos males se encuentra la pérdida de los valores éticos y espirituales”
(cf. Mensaje a la Conferencia internacional sobre el abuso y el tráfico ilícito de
drogas, Viena, 17 de junio de 1987).
La Santa Sede atribuye gran importancia
tanto a la prevención como al tratamiento médico terapéutico, orientado a ayudar a
las víctimas del abuso de drogas a redescubrir su dignidad de seres humanos, reactivando
los recursos personales que han quedado sepultados. Igualmente importante es el compromiso
de las personas, de las familias, de la sociedad y de las instituciones en la lucha
contra el abominable tráfico ilícito de drogas.
Por esta razón, la Santa Sede
expresa su gran estima por los objetivos y la actividad del Programa de las Naciones
Unidas para el control internacional de drogas, y alienta decididamente a fortalecer
la cooperación internacional mediante programas bien elaborados y eficaces, tanto
a nivel legislativo como operativo. De ahí que lance este mensaje en la celebración
del día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.