El Papa exhorta a comunidades católicas orientales y responsables de la sociedad civil
a impulsar el respeto entre culturas y religiones para lograr una convivencia serena
y pacífica en Tierra Santa, Irak e Irán y otras regiones de Oriente Medio
Jueves, 22 jun (RV).- Impulsar el respeto entre las culturas y las religiones para
alcanzar cuanto antes una convivencia serena y pacífica. Es el nuevo llamamiento de
Benedicto XVI a los católicos orientales y a los responsables de la sociedad civil,
ante las graves dificultades y apremiante inseguridad en Tierra Santa, Irak e Irán
y en otras regiones de Oriente Medio.
Expresando su pesar por las graves dificultades
y apremiante inseguridad en Tierra Santa, Irak e Irán y en otras regiones de Oriente
Medio, Benedicto XVI ha exhortado, una vez más, a las comunidades católicas orientales
y a los responsables de la sociedad civil a impulsar el respeto entre las culturas
y las religiones, para alcanzar cuanto antes una convivencia serena y pacífica.
El
Papa ha pronunciado este llamamiento al recibir, esta mañana en audiencia, a los miembros
de la ROACO, es decir del organismo que reúne a las agencias de varios países del
mundo que ayudan a las Iglesias Orientales, encabezados por el prefecto de la Congregación
vaticana encargada de este sector, Card. Ignace Moussa Daoud, junto con varios prelados
provenientes de Tierra Santa y de otras regiones de Oriente Medio.
Haciendo
hincapié en que, para afrontar las problemáticas tan graves que se verifican, «nuestro
primer y fundamental deber es perseverar en la confiada oración al Señor, que nunca
abandona a sus hijos en la prueba» y recordando la necesidad de unir «una activa y
fraterna acción capaz de encontrar caminos siempre nuevos e inesperados para salir
al paso de las necesidades de esas poblaciones», el Santo Padre se ha dirigido a las
comunidades católicas y civiles: «Dirijo una invitación a los pastores y a los fieles
y a todos aquellos que desarrollan papeles de responsabilidad en la comunidad civil
para que, favoreciendo el respeto mutuo entre culturas y religiones, se puedan crear,
cuanto antes, en toda la región de Oriente Medio las condiciones de una convivencia
pacífica y serena».
Tras destacar su profunda gratitud por el servicio que
desarrollan los miembros de la ROACO desde 1968, dando voz a las Iglesias de las diversas
tradiciones orientales y latinas, sosteniendo las actividades pastorales, educativas,
asistenciales y saliendo al paso de sus necesidades urgentes, el Pontífice ha manifestado
su cercanía a las amadas Comunidades católicas Orientales.
A las que están
en Tierra Santa, donde nació nuestro Redentor y donde se vive «un clima de apremiante
incertidumbre por la falta de trabajo y por las innumerables restricciones que generan
creciente pobreza y que son motivo de sufrimiento para todos nosotros», ha afirmado
Benedicto XVI, refiriéndose en especial a las repercusiones negativas de esta realidad
sobre las jóvenes generaciones, que se sienten empujadas a dejar para siempre su tierra
natal.