Santa Sede/OIT: “el crecimiento económico no puede ignorar a millones de personas”
Jueves, 15 jun (RV).- En el contexto de la globalización, el crecimiento económico
no puede ignorar a millones de personas. Para el arzobispo Silvano Tomasi, observador
permanente de la Santa Sede ante la ONU “todos tienen derecho a un trabajo digno que
respete al ser humano”. El arzobispo, entrevistado por Radio Vaticano, nos comentó
su pasada intervención ante la 95 sesión de la Organización Internacional del Trabajo,
que se está celebrando hasta mañana viernes en Ginebra.
En el apartado del
trabajo infantil, mons. Tomasi expresó su satisfacción por la buena noticia de su
disminución. Por primera vez disminuyó el número de niños obligados a trabajar que
pasaron de 248 millones en el año 2.000 a 218 en el 2004. En cuanto a la intervención
del prelado ante la organización de la ONU, ésta estuvo centrada en la promoción del
trabajo digno para poner la dignidad de la persona y el bien común como centro de
todas las actividades y políticas productivas.
«La liberalización de las finanzas
y el comercio en el proceso de globalización ha producido mucha riqueza», subrayó
el arzobispo Tomasi pero también se muestran evidencias de «crecientes disparidades
entre y dentro de los países en el aprovechamiento de los beneficios». El Prelado
criticó además el hecho de que el trabajo de millones de personas impulsa la economía
global pero las excluye de los beneficios acumulados.
Se trata de «decenas
de millones –lamentó mons. Tomasi--: inmigrantes indocumentados que trabajan en agricultura,
en manufactura, en servicio doméstico; mujeres de la industria textil trabajando en
condiciones insalubres por míseros salarios; trabajadores etiquetados por su raza,
casta o credo que son relegados a trabajos marginales de la sociedad».
«Un
entorno laboral seguro y saludable también es un componente integral del trabajo digno»,
apuntó el prelado en esta Organización Internacional, recordando que cada año se registran
270 millones de accidentes laborales, 160 millones de personas padecen enfermedades
laborales y 5.000 trabajadores mueren cada día por afecciones o accidentes originados
en el trabajo.