2006-06-02 16:55:11

Mensaje del Papa para la Jornada Misionera Mundial: “La caridad, alma de la misión”


Viernes, 2 jun (RV).-Hoy se ha hecho público el mensaje del Santo Padre para la Jornada Misionera Mundial que tendrá lugar el próximo 22 de octubre y que ofrece la oportunidad de reflexionar este año sobre el tema: “La caridad, alma de la misión”. Benedicto XVI escribe en este mensaje que “si la misión no está orientada por la caridad, si no emana de un profundo acto de amor divino, puede reducirse a una mera actividad filantrópica y social”.

De hecho el amor que Dios nutre por cada persona constituye el corazón de la experiencia y del anuncio del Evangelio, y cuantos lo acogen se convierten a su vez en testigos. El Papa explica además que “el mandato de difundir el anuncio de este amor fue confiado por Jesús a los apóstoles tras su resurrección, y los apóstoles, interiormente transformados el día de Pentecostés por la potencia del Espíritu Santo, iniciaron a dar testimonio del Señor muerto y resucitado. Desde entonces, la Iglesia continúa esta misma misión, que constituye para todos los creyentes un compromiso irrenunciable y permanente”.

Tras recordar que cada comunidad cristiana está llamada a dar a conocer a Dios que es Amor, el Santo Padre retoma su encíclica “Deus caritas est” para subrayar que “del amor de Dios brota toda la creación y la historia humana”. Todo el mensaje gira en torno al concepto central del amor para recordar que “la auténtica solicitud misionera, compromiso primario de la comunidad eclesial, está unida a la fidelidad al amor divino, y esto vale para cada cristiano individual, para cada comunidad local, para las Iglesias particulares y para todo el pueblo de Dios”.

“Ser misioneros – escribe en otro momento el Santo Padre- significa amar a Dios por encima de todo, hasta ofrecer, si es necesario, la vida por Él... Ser misioneros es inclinarse ante las necesidades de todos, especialmente de los más pobres y necesitados, porque quien ama con el corazón de Cristo no busca su propio interés, sino únicamente la gloria del Padre y el bien del prójimo. Aquí está el secreto de la fecundidad apostólica de la acción misionera, que sobrepasa las fronteras y las culturas, llega a los pueblos y se difunde hasta los confines extremos del mundo”.

Además Benedicto XVI subraya que “servir al Evangelio no es una aventura solitaria, sino un compromiso compartido por cada comunidad”. En este sentido el Papa explica que junto a quienes están en primera línea de las fronteras de la Evangelización, los misioneros y misioneras a los que el Papa expresa su reconocimiento, muchos otros con su oración y cooperación en distintos ámbitos contribuyen a la difusión del Reino de Dios sobre la tierra.

El Santo Padre finaliza su mensaje con un agradecimiento especial a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y a las Obras Misionales Pontificias, quienes con gran dedicación coordinan los esfuerzos desplegados en cada parte del mundo para apoyar la acción de quienes están en primera línea de las fronteras misioneras.







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