“Iluminad la oscuridad de un mundo confuso por las voces contradictorias de las ideologías”.
Mensaje del Santo Padre al II Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales y de
las Nuevas Comunidades
Miércoles, 31 may (RV).- El Santo Padre ha enviado un mensaje a los participantes
en el II Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales y de la Nuevas Comunidades,
que se celebra en Rocca di Papa. El Pontífice escribe que “existe una mente confusa
y aturdida por el torbellino de voces e ideologías contemporáneas y hay un misterio
que la aparta de su entorpecimiento: este misterio, como escribió San Buenaventura
en sus sermones, es “la belleza de toda belleza”, es decir, Cristo”.
Para dar
testimonio hoy al mundo de la “belleza de la verdad” y “de la belleza del amor cristiano”
están en primera línea, entre otros, los Movimientos eclesiales y las nuevas Comunidades,
con la capacidad que tienen de presentar el Evangelio como una experiencia vivida
en todo ámbito social.
Benedicto XVI reconoce esta cualidad espiritual a las
innumerables realidades –más de 100 estarán presentes en la plaza de San Pedro, en
la Vigilia de Pentecostés-, que han florecido especialmente después del Concilio Vaticano
II. Al recordar el encuentro histórico de hace 8 años, cuando Juan Pablo II bendijo
a los movimientos como “signos de esperanza para la Iglesia”, Benedicto XVI se manifiesta
“conocedor del camino recorrido desde entonces por el sendero trazado por la solicitud
pastoral del Papa Wojtyla”.
Consciente de ello, el Santo Padre ha pedido repetir
aquella experiencia en los días de Pentecostés para confirmar los dos conceptos que
han marcado el camino de su ministerio petrino: “la belleza de ser cristiano y la
alegría de comunicarlo”. Para el Santo Padre es esta, en sustancia, la vocación de
los Movimientos eclesiales, definidos “señales luminosas de la belleza de Cristo”:
su vocación a ser “escuelas de comunión, compañías en camino en el que se aprende
a vivir en la verdad y en el amor de Cristo”. El Papa exhorta a los Movimientos a
llevar la luz de Cristo a todos los ambientes sociales y culturales en los que viven.