Regina Coeli: Benedicto XVI recuerda la dramática situación alimenticia que se vive
en Darfur y pide a la Virgen que su viaje a Polonia sea fructífero
Domingo, 21 may (RV).- Ante una plaza de san Pedro abarrotada de fieles, a pesar del
calor de este VI Domingo de Pascua, Benedicto XVI ha rezado el Regina Coeli desde
la ventana de su despacho privado en Vaticano. En su alocución previa al rezo mariano
que sustituye al Ángelus en el periodo Pascual, el Papa ha recordado la próxima fiesta
de la Ascensión y las celebraciones de la Jornada de las Comunicaciones Sociales y
la marcha contra el hambre, iniciativa promovida por el Programa de Alimentación Mundial
de las Naciones Unidas.
En referencia a la fiesta de la Ascensión –que por
lo general se celebra el próximo 25 de mayo, aunque si en algunos países se ha trasladado
al domingo- Benedicto XVI ha recordado como en el libro de los Hechos de los Apóstoles
se explica que tras la resurrección de Jesús, éste se apareció a los discípulos durante
cuarenta días, para ser “elevado después en presencia de ellos” (Hch 1,9).
Para
el Santo Padre el significado de este último gesto de Cristo posee un doble significado:
por un lado, subiendo hacia “lo alto” desvela de modo inequívoco su divinidad, volviendo
de donde vino, es decir, de Dios, tras haber cumplido su misión en la tierra; y por
otro lado Cristo asciende al Cielo con la humanidad que ha asumido y que ha resucitado
de entre los muertos, esa humanidad es la nuestra, trasfigurada, divinizada y transformada
en eterna: “La ascensión, por tanto, revela ‘la altísima vocación’ (Gaudium et spes,
22) de cada persona humana que está llamada a la vida eterna en el Reino de Dios,
Reino de amor, de luz y de paz”.
El Papa ha proseguido su alocución recordando
como precisamente en la fiesta de la Ascensión se celebra la 40º Jornada Mundial de
las Comunicaciones Sociales, iniciada por el Concilio Vaticano II, y que este año
llevará por tema: “Los medios: red de comunicación, comunión y cooperación”.
“La
Iglesia mira con atención a los medios –ha puesto de relieve Benedicto XVI- porque
representan un vehículo importante de difusión del Evangelio y porque favorecen la
solidaridad entre los pueblos, llamando la atención sobre los grandes problemas que
todavía le marcan profundamente”.
En este sentido el Obispo de Roma ha subrayado
la necesidad de sensibilizar a los gobiernos y a la opinión pública sobre la celebración
de hoy de la “Marcha contra el hambre” (Walk the World) promovida por Naciones Unidas,
y que sirve para buscar una acción concreta que garantice a todos, en especial a los
niños, “la liberación del hambre”.
“Deseo vivamente que, gracias a la contribución
de todos, se pueda superar la llaga del hambre que todavía hoy aflige a toda la humanidad,
poniendo en serio riesgo la esperanza de vida de millones de personas –ha señalado
el Pontífice- Pienso, en primer lugar, en la urgente y dramática situación de Darfur,
en Sudán, donde persisten fuertes dificultades para satisfacer incluso las primeras
necesidades alimenticias de la población”.
Por último el Papa ha confiado a
María a todas aquellas personas que trabajan por la solidaridad y la paz y ha pedido
a la Virgen que “haga que sea fructífero el viaje apostólico en Polonia que, a Dios
gracias, cumpliré del jueves al domingo próximos, en recuerdo del amado Juan Pablo
II”.
Y tras el rezo mariano del Regina Coeli y el responso por los fieles difuntos,
Bnedicto XVI ha saludado a todos los presentes en varias lenguas. En italiano ha recordado
la celebración de la “Jornada del alivio”, asegurando en sus oraciones “a todos los
enfermos terminales y a cuantos les ayudan a vivir el sufrimiento en modo humano”.
Y en español estas han sido sus palabras:
Saludo con
afecto a los fieles de lengua española, en particular a los grupos parroquiales de
Pamplona, Valtierra y Tudela. Deseo a todos que la visita a Roma sea una gozosa ocasión
para fortalecer vuestra fe en Cristo y acrecentar los vínculos de comunión con la
Iglesia. ¡Feliz domingo!