2006-05-19 15:49:36

La democracia solo alcanzará su pleno desarrollo cuando todos los pueblos puedan acceder a los bienes primarios y se asegure a cada persona su participación en las relaciones internas e internacionales


Viernes, 19 may (RV).- La democracia solo alcanzará su pleno desarrollo cuando cada ser humano y cada pueblo pueda acceder a bienes primarios como vida, alimento, agua, salud, instrucción y trabajo, a través de un ordenamiento de las relaciones internas e internacionales que asegure a cada persona su participación. En su discurso a la Fundación Centesimus Annus el Papa ha lamentado la lentitud del avance de la democracia, no obstante todavía siga siendo el instrumento histórico más válido para disponer responsablemente del propio futuro de forma digna.

Benedicto XVI ha subrayado la necesidad sobre todo de instituciones apropiadas, creíbles, autorizadas, que no se limiten a una simple gestión del poder público, sino que sean capaces de promover niveles articulados de participación popular, respetando las tradiciones de cada nación y constantemente preocupadas en custodiar la identidad.

En este sentido el Pontífice ha advertido que nunca podrá existir justicia social si se prescinde de una óptica de genuina solidaridad que impulse a vivir y trabajar siempre los unos por los otros y nunca los unos contra los otros. “El gran reto de los cristianos laicos -ha añadido el Papa- es concretar todo esto en el contexto mundial de hoy”.

Precisamente la Fundación Centesimus Annus-Pro Pontifice ha patrocinado un Congreso Internacional de dos días sobre “Democracia, instituciones y justicia social”, que ha finalizado hoy. La Fundación, instituida en 1993, se inspira en la Carta Encíclica “Centesimus Annus”, con la que Juan Pablo II quiso conmemorar el centenario de la encíclica “Rerum Novarum” de León XIII.








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