Lunes, 15 may (RV).- Aunque hoy en día la composición de las familias varía mucho,
la familia sigue siendo considerada aún universalmente como la unidad básica de la
sociedad. La Organización de las Naciones Unidas reconoce y afirma la importancia
de la familia como un lugar privilegiado para la educación, y con el objetivo de aumentar
el grado de concienciación acerca de los temas relacionados con la familia, el 15
de mayo fue declarado por la ONU como el Día Internacional de las Familias.
La
familia es el lugar donde nacemos y crecemos, encontramos protección y seguridad,
sin embargo este proceso no es lo mismo en una familia de los países desarrollados,
que en los países del Tercer Mundo, donde las familias padecen más pobreza, han sido
desplazadas por la guerra o han quedado destruidas por el SIDA. No obstante, esto
no significa que en los países desarrollados las familias no tengan problemas, sólo
que son diferentes. Las necesidades a las que se enfrentan son emocionales mas que
económicas, es decir de más atención y afecto. La celebración del Día Internacional
de las Familias es una oportunidad en todo el mundo, para que las familias demuestren
su solidaridad y reflexionen sobre como mejorar la relación entre todos sus miembros.
Precisamente
este año celebramos el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia (España) del
1 al 9 de julio próximos. Se trata de una gran convocatoria que cada tres años realiza
el Papa para celebrar el don divino que es la familia. Miles de familias de los cinco
continentes se reúnen para rezar, dialogar, aprender, compartir y profundizar la comprensión
del papel de la familia cristiana como Iglesia doméstica y unidad base de la evangelización.
Juan
Pablo II convocó este Encuentro Mundial de las Familias eligiendo como tema: "La transmisión
de la fe en la familia". Benedicto XVI renovó esta convocatoria anunciando su presencia
en España ya que al Santo Padre le interesa de particular modo el papel de las familias,
como lo demuestra su importante aportación como Relator general de la Asamblea Especial
del Sínodo de los Obispos sobre la Familia, celebrado en Roma en 1980. Fruto de dicha
Asamblea fue la Exhortación apostólica Familiaris consortio, que analiza profundamente
la identidad y la misión de la familia, a la que califica como "iglesia doméstica"
y santuario de la vida.
Como señalaba el propio Pontífice al ratificar la celebración
del V Encuentro Mundial de las Familias, “todos los pueblos, para dar un rostro verdaderamente
humano a la sociedad, no pueden ignorar el bien precioso de la familia, fundada sobre
el matrimonio”. "La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen
entre sí un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien
de los cónyuges y a la generación y educación de la prole" (can. 1055), es el fundamento
de la familia, patrimonio y bien común de la humanidad. Así pues, la Iglesia no puede
dejar de anunciar que, de acuerdo con los planes de Dios (cf. Mt 19,3-9), el matrimonio
y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas.
Y es que la
familia cristiana tiene, hoy más que nunca, una misión nobilísima e ineludible, como
es transmitir la fe, que implica la entrega a Jesucristo, muerto y resucitado, y la
inserción en la comunidad eclesial, señalaba Benedicto XVI. Los padres son los primeros
evangelizadores de los hijos, no lo podemos olvidar, comenzando por la enseñanza de
las primeras oraciones. De este modo se va construyendo un universo moral enraizado
en la voluntad de Dios, en el cual el hijo crece en los valores humanos y cristianos
que dan pleno sentido a la vida.
Por todos estos motivos la celebración de
hoy del Día Internacional de las Familias establecido por Naciones Unidas, cobra vital
importancia al reconocer a nivel mundial el rol fundamental de la familia en nuestra
sociedad de hoy.