2006-05-10 14:08:41

Audiencia general: “La sucesión de los obispos es el signo, el criterio y la garantía de la transmisión ininterrumpida y auténtica de la verdad cristiana”


Miércoles, 10 may (RV).- Benedicto XVI ha dedicado la catequesis de la Audiencia General a la ''tradición apostólica''. En la plaza de san Pedro han asistido a la cita de los miércoles con el Papa más de 40 mil fieles de todo el mundo. Entre los grupos presentes 5 mil peregrinos polacos y 110 sacerdotes, religiosos y fieles vietnamitas, acompañados por el arzobispo de la ciudad de Ho Chi Min, cardenal Jean-Baptiste Phan Minh Man.

Un miércoles más Benedicto XVI ha celebrado la Audiencia General en la Plaza de san Pedro para los miles de fieles presentes en Roma. El Santo Padre ha proseguido en su catequesis hablando del camino en la vida de la Iglesia con el ministerio confiado al los apóstoles. “La Iglesia que comenzó por voluntad de Jesús entorno a Él, continúa su camino en la historia” - ha dicho el Papa. “En la fidelidad al manato del Señor, a los Doce se fueron asociando otros en las funciones a ellos confiadas, para que continuaran el ministerio.

Como al inicio de la condición de apóstoles hay una preocupación en transmitir lo que se ha recibido y hay una llamada y el envío del Resucitado. De esta manera la llamada y el envío de otros, impulsados en la fuerza del Espíritu por parte de quién estaba ya constituido en el ministerio apostólico, será el camino por el que será confiado el ministerio del “episcope”. La configuración del “episcope” se desarrollará progresivamente respecto al principio hasta asumir la forma, ya claramente atestiguada por Ignacio de Antioquía en el siglo II, de triple misión de obispo, presbítero y diácono. Este fue un desarrollo guiado por el Espíritu Santo, que asiste a la Iglesia en el discernimiento de las formas auténtica de la sucesión apostólica.

Así, la sucesión en la función episcopal se presenta como garantía de la perseverancia en la tradición apostólica, ha explicado el Pontífice. El vínculo entre el Colegio de los Obispos y la comunidad originaria de los Apóstoles es intenso sobre todo en la línea de la continuidad histórica: en esta continuidad de la sucesión está la garantía del perseverar, en la comunidad eclesial presente, del Colegio apostólico recogido por Cristo en torno a Él. Pero la continuidad está entendida también en sentido espiritual, porque la sucesión apostólica del ministerio viene considerada como lugar privilegiado de la acción y de la transmisión del Espíritu Santo.

En la segunda mitad del siglo II, San Ireneo de Lión, hablando de la Tradición de la Iglesia dice que fue fundada y constituida en Roma por los gloriosos Apóstoles Pedro y Pablo, dando de esta manera relieve a la tradición de la fe, que llega hasta nosotros desde los Apóstoles por medio de la sucesión de los Obispos. De esta manera la sucesión episcopal de la Iglesia de Roma se convierte en el signo, en el criterio y en la garantía de la transmisión ininterrumpida de la fe apostólica.

La sucesión episcopal, verificada sobre la base de la comunión con la de la Iglesia de Roma, es pues el criterio de la permanencia de las Iglesias particulares en la tradición de la fe apostólica, que a través de este medio ha podido llegar hasta nosotros desde los orígenes. Según estos testimonios de la Iglesia antigua, la apostolicidad de al comunión eclesial consiste en la fidelidad a la fe y a la misión de los Apóstoles, a través de los cuales viene asegurado el vínculo histórico y espiritual de la Iglesia con Cristo. La sucesión apostólica del ministerio episcopal es el camino que garantiza la fiel transmisión del testimonio apostólico.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en española para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:

 
Por voluntad de Jesús y en torno a Él, la Iglesia comenzó su camino en la historia. Confiada inicialmente al grupo de los Doce, éstos asociaron a su ministerio a otros, que recibieron el Espíritu y fueron constituidos sucesores de los Apóstoles para continuar la misión de Cristo a través de los tiempos. Esta sucesión, avalada por la unión en la fe y la caridad con la Iglesia y el Obispo de Roma, es principio de la intima comunión del Colegio apostólico y garantía de la permanencia de la fe apostólica en cada comunidad, llegando hasta nuestros días, como vínculo histórico y espiritual de la Iglesia con Cristo.

 
Los Obispos, sucesores de los Apóstoles, son el instrumento histórico del que se sirve el Espíritu Santo para hacer presente entre nosotros al Señor Jesús, Cabeza de su pueblo. A través de ellos lo escuchamos, recibimos su gracia y nos sentimos amados y acogidos en el corazón de Dios.

 
Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española, en particular a los seminaristas de Valladolid, al Círculo Sabadellés con su Obispo diocesano, así como a los siguientes grupos: Organización Colegial de Enfermería, Guardiamarinas, y peregrinos de Guadalajara, México. Invito a todos a orar por vuestros pastores, con gratitud a Dios por el don precioso de su ministerio en la Iglesia.
¡Muchas gracias!

Como siempre el Santo Padre se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. En este mes dedicado de modo especial a la Virgen, os invito, queridos jóvenes, sobre todo a los muchachos de la Acción Católica de la diócesis de Acerra, a seguir el ejemplo de María, confiando siempre en su maternal intercesión para que os ayude a llevar un rayo de serenidad donde existe preocupación y soledad. Os deseo a vosotros, queridos enfermos, de vivir vuestra condición con confianza abandonados en el Señor, sostenidos por Aquella que en el calvario permaneció fiel bajo la Cruz de Cristo. Que la Virgen santa os acompañe a vosotros, queridos recién casados, en al vida familiar para que podáis experimentar la alegría que brota de la recíproca fidelidad y seáis siempre testigos del amor divino.







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