2006-05-04 14:15:55

La Pontificia Academia de Ciencias Sociales denuncia la opresión y la explotación de numerosos niños y niñas en el mundo


Jueves, 4 may (RV).- «Ninguna sociedad y ninguna cultura pueden permitir que la juventud desaparezca, porque con ella desaparecerían también las esperanzas y los nobles ideales de cada nación». Con estas palabras, la presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales concluyó, el martes, la conferencia de prensa con la que se clausuró la XII Sesión Plenaria que ha celebrado esta Institución, en el Vaticano, desde el pasado 28 de abril.

La plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales ha denunciado la opresión y la explotación de numerosos niños y niñas en todo el mundo; reflexionando también sobre el denominado «invierno demográfico» y sobre el vacío espiritual que «impide el arraigo de ideales profundos». Además, se puso de relieve que el siglo XX ha sido el «siglo de los niños», por el gran número de tratados internacionales encaminados a proteger a la juventud, con el anhelo de que estos documentos sirvan como verdaderos instrumentos adecuados para proteger a los menores.

La profesora Mary Ann Glendon, que preside la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, recordó el tema del encuentro de este año, «¿Juventud que desaparece? Solidaridad con los niños y los jóvenes en una época turbulenta». Y explicó que forma parte de un proyecto de la misma Academia - fundada por el Papa Juan Pablo II - que examina las vastas implicaciones de los cambios demográficos de las últimas décadas, con el fin abrir nuevas posibilidad para el magisterio social de la Iglesia, que hasta ahora no había analizado de forma tan explícita la situación de los jóvenes, como en cambio ha venido haciendo en lo que respecta a las realidades del trabajo, las mujeres o los pobres.







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