2006-04-26 16:59:09

Audiencia general: el Papa recuerda la tragedia de Chernobil y exhorta a los responsables del mundo a favorecer una energía al servicio de la paz que respete las exigencias del hombre y la naturaleza


Miércoles, 26 abr (RV).- Benedicto XVI durante la Audiencia General ha recordado el vigésimo aniversario del desastre de la central nuclear de Chernobil. “Los grandes de la tierra -ha dicho el Papa- deben favorecer un esfuerzo coral para que todas las energías sean puestas al servicio de la paz, en el respeto del hombre y la naturaleza”. En su catequesis además el Pontífice ha señalado que la Tradición en la Iglesia garantiza la comunión y la transmisión de la fe. Tradición que es la sucesión ininterrumpida del ministerio apostólico.

Benedicto XVI ha dedicado la parte central de la Audiencia General, que ha presidido esta mañana en la plaza de san Pedro ante 50 mil fieles, para hablar de la importancia de la Tradición en la Iglesia, como medio de construcción “de la comunión eclesial”.

La comunión eclesial suscitada y sostenida por el Espíritu Santo, custodiada y promovida por el ministerio apostólico -ha afirmado Benedicto XVI- no se refiere sólo a los creyentes de un momento histórico (comunión sincrónica), sino que, según el testimonio del Nuevo Testamento, abraza también todos los tiempos y todas las generaciones (comunión diacrónica). El Espíritu aparece como el garante de la presencia activa del misterio en la historia, Aquel que asegura la realización en el curso de los siglos.

Gracias al Paráclito la experiencia de Resucitado -ha dicho el Santo Padre- siempre podrá ser vivida por las generaciones sucesivas, en el culto y en la comunión del Pueblo de Dios, peregrino en el tiempo. La Tradición apostólica de la Iglesia consiste en esta transmisión de los bienes de la salvación. Se llama así porque ha nacido del testimonio de los Apóstoles y de la comunidad de los discípulos. La Tradición ha sido escrita, bajo la guía del Espíritu Santo, en los textos del Nuevo Testamento, y a ella la Iglesia continuamente hace referencia como su fundamento y su norma a través de la sucesión ininterrumpida del ministerio apostólico.

El Resucitado, después, confía explícitamente a los Apóstoles, -ha subrayado el Papa- la tarea de hacer discípulos en todas las naciones, garantizando su presencia y su ayuda hasta el fin de los tiempos. El universalismo de la salvación requiere, además, que el memorial de la Pascua sea celebrado sin interrupción en la historia hasta el retorno glorioso de Cristo.

El Santo Padre ha explicado que “los Hechos de los Apóstoles, en continuidad con diseño del Evangelio de Lucas, presentan la compenetración entre el Espíritu, los enviados de Cristo y la comunidad por ellos reunida. Gracias a la acción del Paráclito los Apóstoles y sus sucesores pueden realizar en el tiempo la misión recibida por el Resucitado. Es, pues, el Espíritu mismo el que, mediante la imposición de las manos y la oración de los Apóstoles, consagra y envía nuevos misioneros del Evangelio.

Mientras en algunos pasajes del Nuevo Testamento se dice que es Pablo quien establece los presbíteros en las Iglesias, en otros se afirma que es el Espíritu quien dispone de los pastores del rebaño, ha dicho Benedicto XVI. La acción del Espíritu y la de Pablo resultan de esta manera profundamente compenetradas. A la hora de las decisiones solemnes para la vida de la Iglesia, el Espíritu está presente para guiarla. Esta permanente actualización de la presencia activa de Jesús Señor en su pueblo, operada por el Espíritu Santo y expresada por la Iglesia a través del ministerio apostólico y la comunión fraterna, es lo que, en sentido teológico, se entiende con el término Tradición.

La Tradición no es, sin embargo, la simple transmisión material de cuanto fue donado al inicio a los Apóstoles, sino la presencia eficaz del Señor Jesús, crucificado y resucitado, que acompaña y guía, en el Espíritu, la comunidad por Él reunida. La tradición es la comunión de los fieles entorno a los legítimos pastores en el curso de la historia, una comunión que el Espíritu Santo alimenta asegurando la transmisión entre experiencia de la fe apostólica, vivida por la originaria comunidad de los discípulos, y la experiencia actual de Cristo en su Iglesia. En otras palabras, la Tradición es la continuidad orgánica de la Iglesia, Templo santo de Dios Padre, erigido sobre el fundamento de los Apóstoles y mantenido junto a la piedra angular, Cristo, mediante la acción vivificante del Espíritu.

Benedicto XVI antes de finalizar la audiencia ha hecho un llamamiento para que los responsables de la humanidad para que toda energía este al servicio de la paz, respetando las exigencias del hombre y de la naturaleza: "Precisamente hoy ocurría hace veinte años el trágico accidente en la central nuclear de Chernobil. En este aniversario siento el deber de expresar mi más vivo aprecio por las familias, las asociaciones, las administraciones civiles y las comunidades cristianas que, en el curso de estos años, se han movilizado para hospedar y curar a los adultos y especialmente a los niños afectados por las consecuencias de aquel doloroso acontecimiento. Mientras continuamos rezando por las víctimas de tan vasta calamidad y por aquellos que llevan en su cuerpo las consecuencias, invocamos al Señor la luz para aquellos que son responsables de la suerte de la humanidad, para que con su esfuerzo coral toda energía se ponga al servicio de la paz, respetando las exigencias del hombre y de la naturaleza".

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:
La comunión eclesial no se refiere sólo a los creyentes de un momento histórico, sino que abarca también todos los tiempos y generaciones. Gracias al Paráclito la experiencia del Resucitado podrá ser vivida también por las generaciones sucesivas, transmitida y actualizada en la fe, en el culto y en la comunión del Pueblo de Dios. La Tradición apostólica de la Iglesia consiste en esta transmisión de los bienes de la salvación. El Espíritu Santo será quien actualice la presencia salvífica del Señor Jesús mediante el ministerio de los apóstoles y de toda la vida del pueblo de la nueva alianza.
Tradición, en sentido teológico, es la permanente actualización de la presencia de Jesús en su pueblo, realizada por el Espíritu Santo y expresada en la Iglesia a través del ministerio apostólico y la comunión fraterna. La Tradición es la comunión de los fieles con sus legítimos Pastores, que el Espíritu Santo alimenta a lo largo de la historia. Es, además, la presencia permanente del Salvador que viene a encontrarnos, redimirnos y santificarnos por medio del Espíritu.

Me es grato saludar cordialmente a los visitantes de lengua española, en especial al grupo de médicos de la Universidad de Madrid, acompañados del Señor Cardenal Julián Herranz. Saludo también a los diversos grupos parroquiales, asociaciones y colegios de España, así como a los peregrinos de México y de otros Países latinoamericanos. Os exhorto a todos a mantener viva la comunión con vuestros Pastores y entre vosotros como hermanos en Cristo.
¡Muchas gracias!

Como siempre antes de finalizar la audiencia el Papa se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. A vosotros, queridos jóvenes, especialmente a los estudiantes de las escuelas católicas de la diócesis de Frosinone-Veroli-Ferentino, guiados por el Obispo Mons. Salvatore Boccaccio, os exhorto a seguir fielmente las huellas de Cristo. A vosotros, queridos enfermos, os invito a cada uno de vosotros, a acoger con fe los sufrimientos y las pruebas de la vida, distinguiendo en ellas las misteriosas manifestaciones del amor divino. A vosotros, queridos recién casados, os deseo que viváis el matrimonio como don e itinerario cotidiano de maduración personal y familiar para convertiros en servidores generosos del Evangelio.







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