Escuchar el programa La Guardia Suiza
cumple este 2006 quinientos años de servicio al Papa. La Guardia Suiza fue fundada
por el papa Julio II en 1505, ante la necesidad de que existiera un cuerpo militar
siempre disponible para proteger al Papa. La fecha oficial de fundación es el
21 de enero de 1506. Ese día, al anochecer, un grupo de 150 suizos, al mando del capitán
Kaspar von Silenen, atravesó la Porta del Popolo (Puerta del Pueblo) entrando por
primera vez en Vaticano, donde fueron bendecidos por el Papa Julio II. La mañana
del 6 de mayo de 1527, durante el Saqueo de Roma, gracias a la protección de la Guardia
Suiza Clemente VII consiguió resguardarse en el Castillo de Sant’Angelo a través de
un pasadizo secreto construido por Alejandro VI que conecta, y que todavía hoy se
puede ver, el Vaticano con el castillo. En reconocimiento a su valor la Guardia
Suiza ha llegado hasta nuestros días, alcanzando ya el número de 110 guardias. En
enero de este año, la Guardia Suiza Pontificia celebró su V centenario. Con esta ocasión
el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano presidió la Santa Misa en la Capilla
Sixtina para los guardias suizos que prestan actualmente servicio y sus familiares.
Juan Pablo II nombró en varias ocasiones nuevos miembros de la Guardia Suiza, haciéndolo
siempre en la fecha en la que se conmemora a los 147 soldados caídos en 1527 para
defender al Papa. “Agradezco a los jóvenes que han aceptado entregar algunos años
de su vida para velar por el Papa, y para garantizar la seguridad de todos aquellos
que trabajan para la Santa Sede, volviéndose así herederos de la larga tradición de
fidelidad y entrega de la Guardia Suiza", proclamó Juan Pablo II en ocasión de nuevos
nombramientos, destacando que a pesar de "las dificultades y pesos que conlleva este
servicio, los miembros de este cuerpo viven plenamente su misión como una profundización
de su propia fe y apego a la Iglesia, y como una experiencia de fraternidad" entre
ellos mismos. En reconocimiento a la extraordinaria labor que han realizado y realizan
los Guardias Suizos, el pasado 29 de marzo, se inauguró en el Brazo de Carlomagno
en Vaticano, la exposición “La Guardia Suiza Pontificia. 500 años de historia, arte
y vida”. En la exposición, aparecen, por primera vez en la historia, pinturas, manuscritos,
miniaturas, incisiones, medallas, monedas, y armas de gran interés cultural. Pero
quizá una de las cosas que más llaman la atención de estos jóvenes que custodian las
puertas de entrada al Vaticano, es su uniforme. El actual uniforme fue diseñado
en 1905 por el Comandante de la Guardia Suiza Jules Répond (1910-1921) a partir del
modelo que se atribuye a Miguel Ángel, por lo que es considerada una de las vestimentas
militares más antiguas del mundo, es mucho más vistoso, más alegre y más brillante
que el del siglo XIX: el yelmo, ornado con una pluma roja; los guantes blancos y la
coraza, que aún tiene una reminiscencia medieval. Los guardas suizos no usan propiamente
botas, aunque sí medias adherentes a las piernas, sujetas a la altura de la rodilla
por una liga dorada. Todo esto recuerda el esplendor de las antiguas cortes, la
alegría y la dulzura del vivir que eran inherentes al Antiguo Régimen. ¿Cuál es la
alegría que expresa este uniforme?; es la alegría de ser soldado, de combatir y de
estar al servicio del Papa. Aunque también el color rojo simboliza la sangre derramada
en defensa del Papado. Hoy hemos querido rendir este pequeño homenaje a uno de
los ejércitos más pequeños del mundo, a unos hombres que han demostrado su amor por
la Iglesia a lo largo de estos 500 años de su historia.