2006-03-24 16:30:53

El Papa recuerda a los 15 nuevos cardenales su disposición al martirio y les pide su ayuda para “hacer más veloz el camino ecuménico” en una Iglesia que, valorando a "pequeños y pobres”, ofrezca el anuncio de la civilización del amor


Viernes, 24 mar (RV).- Benedicto XVI ha presidido esta mañana en la plaza de san Pedro en el curso de una solemne Liturgia de la Palabra el primer consistorio de su Pontificado creando 15 nuevos cardenales. Entre los nuevos purpurados se encuentra el arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio Cañizares Llovera. Unos 15 mil fieles y peregrinos han participado en la ceremonia que durado poco más de una hora y media.

Tras el saludo litúrgico, Benedicto XVI ha leído la fórmula de creación y ha proclamado solemnemente los nombres de los nuevos cardenales. En su homilía el Papa ha puesto de relieve que el Consistorio “es un evento que manifiesta con gran elocuencia la naturaleza universal de la Iglesia, difundida en todos los rincones del mundo para anunciar a todos la Buena Nueva de Cristo Salvador”.

“Si es verdad que en el curso de los siglos muchas cosas han cambiado, ha señalado el Santo Padre, por lo que concierne al Colegio cardenalicio no ha cambiado la sustancia y la naturaleza esencial de este importante organismo eclesial. Sus antiguas raíces, -ha afirmado el Pontífice- su desarrollo histórico y su composición hace que sea verdaderamente algo así como un “Senado”, llamado a cooperar estrechamente con el Sucesor de Pedro en el cumplimiento de las tareas enlazadas con su universal ministerio apostólico”.

Por otra parte, -ha dicho Benedicto XVI-, “tarea del Papa es la de hacerse primer servidor de todos” y esto se funda en la “total y generosa disponibilidad de servir a los demás, que es el signo distintivo de los que en la Iglesia tienen un puesto de autoridad”, “porque así ha sido para el Hijo de hombre, el cual no vino “para ser servido, sino para servir y dar su propia vida en rescate por todos”. Un testimonio de servicio que se funda sobre la experiencia directa de la conducta de Jesús: de servir hasta el sacrificio de sí mismo, hasta a la muerte.

Estando más estrechamente ligados al Sucesor de Pedro, seréis llamados a colaborar con él en el cumplimiento de su peculiar servicio eclesial, y ello significará para vosotros una participación más intensa en el misterio de la Cruz, en el compartir los sufrimientos de Cristo.

El Santo Padre ha resumido el sentido de nueva llamada de los cardenales con el mensaje central de su primera Encíclica: “Deus caritas est” al que se asocia el color del indumentario cardenalicio.

La púrpura que vestís sea siempre expresión de la caridad de Cristo, y que os estimule a un amor apasionado por Cristo., por su Iglesia, por la humanidad. Tenéis ahora un motivo más para tratar de revivir los mismos sentimientos que llevaron al Hijo de Dios a derramar su sangre para la expiación de los pecados de toda la humanidad.

Benedicto XVI ha dicho que cuenta con todo el Colegio cardenalicio, para anunciar al mundo que Dios es amor, y para hacerlo sobre todo mediante el testimonio de sincera comunión entra los cristianos. Y que cuenta también con ellos para conseguir que el principio de la caridad pueda irradiarse y consiga vivificar a toda la Iglesia.

Cuento con vosotros para que el común esfuerzo de fijar la mirada en el Corazón abierto de Cristo haga más seguro y libre el camino hacia la unidad plena de los cristianos. Cuento con vosotros para que, gracias a la atenta valoración de los pequeños y de los pobres, la Iglesia ofrezca al mundo de forma incisiva el anuncio y el desafío de la cultura del amor.

Todo esto, ha dicho el Santo Padre está simbolizado en el color púrpura con el cual venís investidos. Que sea verdaderamente el símbolo del ardiente amor cristiano que se trasluce en vuestra existencia. Después de la homilía del Papa el consistorio ha llegado a su momento culminante con la profesión de fe de los nuevos cardenales delante del pueblo de Dios y el juramento de fidelidad y obediencia al Pontífice y a sus sucesores.

El cardenal Joseph Levada, sucesor del cardenal Ratzinger en la guía de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el mismo que ha leído en nombre de todo los nuevos purpurados un discurso de homenaje a la Papa en el curso de la solemne ceremonia, ha sido también primero en orden de precedencia que se ha arrodillado ante el Santo Padre, el cual le ha impuesto la birreta cardenalicia, les ha entregado la bula de creación de cardenales y le ha asignado el título de una iglesia de Roma, como signo de participación a la solicitud pastoral del Pontífice en su ciudad.

Después, uno a uno los otros catorce prelados se han ido acercado al Papa que ha repetido el mismo rito con cada uno de ellos. El Santo Padre les ha dado el abrazo de paz a los nuevos miembros del Colegio Cardenalicio quienes, a su vez, han cumplido el mismo gesto entre ellos. El rito ha concluido con la oración de los fieles, el rezo del Padrenuestro y la bendición final.

Mañana, en una misa solemne, el Papa les entregará a los 15 nuevos miembros del Colegio Cardenalicio el anillo, que es otro signo del cardenalato. De los 15 cardenales, ocho son europeos, tres asiáticos, dos estadounidenses, un africano y un latinoamericano. Doce tienen menos de 80 años, por lo que pueden participar en un eventual cónclave para elegir Papa, y los tres restantes son octogenarios, por lo que no son electores. A partir de hoy el Colegio Cardenalicio está compuesto por 193 miembros, de 66 países, de ellos 120 electores, al ser menores de 80 años.

El nuevo cardenal español, Antonio Cañizares Llovera, Arzobispo de Toledo y Primado de España, en unas declaraciones, tras la ceremonia de esta mañana, resumía de esta manera su íntima colaboración con el Santo Padre y la misión que se le ha confiado tras recibir la birreta cardenalicia: RealAudioMP3








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