El Papa recuerda a los cristianos su deber de testimoniar la fe en el contexto cultural
actual, “a menudo caracterizado por el relativismo y la indiferencia”
Jueves, 26 ene (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana en audiencia a la comisión
preparatoria de la III Asamblea Ecuménica Europea a la que ha expresado su deseo de
que “la próxima Asamblea pueda contribuir a hacer más conscientes a los cristianos
de nuestros países de su deber de testimoniar la fe en el contexto cultural actual,
a menudo caracterizado por el relativismo y la indiferencia”.
Benedicto XVI
ha recibido esta mañana en audiencia a la comisión preparatoria de la III Asamblea
Ecuménica Europea que inicia en Roma una peregrinación que culminará en septiembre
de 2007 en la ciudad rumana de Sibiu. Un punto de partida muy significativo, como
ha subrayado el Santo Padre, porque es la ciudad donde tuvo lugar la predicación y
martirio de los apóstoles Pedro y Pablo, los primeros apóstoles que anunciaron el
Evangelio, que como cristianos estamos llamados a proclamar y testimoniar en la Europa
de hoy.
El Pontífice ha elogiado la elección del tema del itinerario espiritual:
“La luz de Cristo nos ilumina a todos. Esperanza de renovación y unidad en Europa”,
porque el mismo indica que ésta es la verdadera prioridad para Europa: comprometerse
para que la luz de Cristo resplandezca e ilumine con renovado vigor los pasos del
continente europeo al inicio del nuevo milenio.
En este contexto el Papa ha
expresado su deseo de que “la próxima Asamblea Ecuménica Europea pueda contribuir
a hacer más conscientes a los cristianos de nuestros países de su deber de testimoniar
la fe en el contexto cultural actual, a menudo caracterizado por el relativismo y
la indiferencia”.
Además el Santo Padre ha querido subrayar que “para que el
proceso de unificación en marcha sea fructífero, Europa tiene necesidad de redescubrir
sus raíces cristianas, dando espacio a los valores éticos que forman parte de su vasto
y consolidado patrimonio espiritual”. Y en este ámbito la presencia de los cristianos
será incisiva y clarificadora sólo si se tendrá el valor de recorrer con decisión
el camino de la reconciliación y la unidad.
Para reafirmar este concepto Benedicto
XVI ha retomado las palabras de Juan Pablo II en la primera Asamblea especial del
Sínodo de los Obispos para Europa, cuando su predecesor denunciaba el gran escándalo
que supondría que mientras que Europa se encaminaba hacia la unidad política, la Iglesia
de Cristo sea precisamente un factor de desunión y discordia.