2006-01-22 15:01:01

Ángelus: “Proseguir con el diálogo constructivo, para lograr de este modo, la reconciliación y la paz en Costa de Marfil”


Domingo, 22 ene (RV).- Benedicto XVI ha reunido a multitud de fieles en la plaza de san Pedro del Vaticano que han asistido, en esta fría mañana de domingo, al rezo del Ángelus, al final del cual, el Santo Padre ha mostrado su preocupación por la situación internacional, especialmente por la que se vive en África, y en particular en Costa de Marfil, donde persisten graves tensiones entre los diferentes componente sociales y políticos del país. “A todos dirijo una invitación a proseguir con el diálogo constructivo, para lograr de este modo, la reconciliación y la paz”, ha exhortado el Obispo de Roma.

En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, Benedicto XVI ha recordado que la celebración de hoy se sitúa en el ecuador de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, iniciada el pasado 18 de enero y que se prolongará hasta el próximo miércoles 25 de enero. Se trata de una iniciativa nacida el siglo pasado, como ha recordado el Papa, convirtiéndose con el tiempo en un momento ecuménico de referencia, en el que los cristianos de las confesiones de todo el mundo, oran y reflexionan a partir de un mismo texto bíblico.

Este año se ha seleccionado el capítulo decimoctavo del Evangelio de san Mateo: “Yo os aseguro también, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos” (Mt 18,19-20).

“Cuánta confianza y cuánta esperanza infunden estas palabras del Señor Jesús –ha exclamado Benedicto XVI- de modo particular estas palabras estimulan a los cristianos a pedir, junto a Dios, la plena unidad entre ellos, la cual el mismo Cristo pidió, con insistencia, al Padre durante la Última Cena”. (cfr Jn 17,11.21.23). Por todo esto, se entiende la importancia que para nosotros cristianos tiene el don de la unidad, porque “si la hacemos con fe, podemos estar seguros de que nuestra petición será realizada –ha señalado el Santo Padre- No sabemos ni como ni cuando, porque nosotros no podemos saberlo, pero no tenemos que dudar, que un día nos convertiremos en ‘una sola cosa’, como Jesús y el Padre están unidos en el Espíritu Santo”.

Y es que la oración por la unidad de los cristianos, constituye el alma del movimiento ecuménico. Aunque no podemos negar que son muchas las dificultades y las pruebas, pero éstas tienen en si mismas, “una utilidad espiritual -como ha explicado el Obispo de Roma- porque nos llevan a ejercitar la paciencia y la perseverancia, y a crecer en la caridad fraterna”. “Dios es amor, y sólo convirtiéndonos a Él y aceptando su Palabra, nos encontraremos todos unidos en el único cuerpo místico de Cristo –a instado el Papa- La expresión, ‘Dios es amor’ que en latín se dice ‘Deus caritas est’, es como sabéis, el título de mi primera Encíclica, que se publicará el próximo 25 de enero, fiesta de la Conversión de san Pablo. Estoy orgulloso de que coincida con la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos”.

Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha saludado a los miembros de la Guardia Suiza Pontificia, que celebran el hecho de que un día como hoy en 1506, fueran bendecidos por el Papa Julio II para asegurar su defensa y la del Palacio Apostólico, naciendo así, este cuerpo de seguridad. Asimismo el Papa ha saludado a todos los presentes en la plaza de san Pedro, éstas han sido sus palabras en español: RealAudioMP3 Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que participáis en esta oración mariana, especialmente a los grupos de las parroquias de la Asunción de Nuestra Señora, San José de Calasanz y San Juan de la Ribera, de la diócesis de Valencia. Que la escucha de la Palabra de Jesucristo, en este domingo, os aliente a seguirlo, convirtiéndoos y creyendo en su Evangelio, a fin de trabajar en la transformación del mundo. ¡Qué Dios os bendiga!








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