2006-01-18 18:02:29

Los obispos asiáticos analizan en Tailandia los desafíos de la comunidad global en el siglo XXI


Miércoles, 18 ene (RV).- “El testimonio personal, fruto de una vida cristiana adulta, profunda y madura, tiene que cimentarse en la construcción de una nueva civilización, en diálogo con las otras religiones y con todos los hombres de buena voluntad para realizar un humanismo integral y solidario”. Lo afirmaba el presidente del Consejo Pontificio "Justicia y Paz", cardenal Renato Martino, abriendo el pasado martes en Pattaya Tailandia, un congreso sobre los desafíos de la comunidad global en el siglo XXI. Un congreso en el contexto asiático, promovido por los obispos de este continente para celebrar el 40 aniversario de la Constitución conciliar Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo.

Tomando como base las enseñanzas del documento conciliar, el purpurado puso en evidencia las partes que ilustran y que orientan hacia una mejor comprensión de las exigencias relativas al anuncio del Evangelio en la sociedad de nuestro tiempo, con particular referencia a los temas cruciales del desarrollo económico y del trabajo, de la democracia y de la paz. El cardenal Martino subrayó la importancia que tiene, en la perspectiva de la salvación, la humanización del mundo y su transformación para consentir al hombre expresar sus potencialidades creativas además de satisfacer sus fundamentales necesidades.

El presidente de "Justicia y Paz" afirmó que según el principio del destino universal de los bienes de la tierra, la justicia social debía plantearse el objetivo de una mayor repartición de tales bienes entre todos los hombres, en la óptica de la solidaridad planetaria, que no es una simple solicitación filantrópica o humanitaria, sino una precisa obligación moral, con el deber de crear estructuras que favorezcan el desarrollo de todos los pueblos.







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