El Santo Padre entrega un crucifijo a las familias neocatecumenales que parten en
misión y las exhorta a mostrar que Cristo es la sólida roca sobre la que construir
el edificio de la existencia
Jueves, 12 ene (RV).- En su audiencia a la comunidad del Camino Neocatecumenal, Benedicto
XVI ha entregado esta mañana un crucifijo a cada una de las familias neocatecumenales
que están a punto de partir en misión a varias naciones, sobre todo de América Latina.
Benedicto
XVI ha entregado esta mañana un crucifijo a cada una de las familias neocatecumenales
que están a punto de partir en misión a varias naciones, sobre todo de América Latina.
Esta mañana el Papa ha recibido en audiencia a la comunidad del Camino Neocatecumenal,
sus responsables Kiko Argüello, Carmen Hernández y el padre Mario Pezzi, y los seminaristas,
jóvenes y familias enviadas en misión.
La entrega del crucifijo por el Sucesor
de Pedro es una tarea en el contexto de la nueva evangelización, en la que la familia
juega un papel muy importante. Fue el Camino Neocatecumenal el que pidió que fuera
conferido por el Papa porque “vuestra acción apostólica – ha dicho Benedicto XVI-
pretende ubicarse en el corazón de la Iglesia, en total sintonía con sus directrices
y en comunión con las Iglesias particulares a las que iréis.
“Queridas familias,
el crucifijo que recibiréis será vuestro inseparable compañero de camino mientras
proclamaréis con vuestra acción misionera que sólo en Jesucristo, muerto y resucitado,
existe salvación. De Él seréis testigos mansos y alegres recorriendo con sencillez
y pobreza los caminos de cada continente, sostenidos por la incesante oración y escucha
de la palabra de Dios y alimentados por la participación en la vida litúrgica de
las Iglesias particulares a las que sois enviados”.
Más de 200 familias son
enviadas en misión, como ha recordado el Santo Padre, “son familias que parten sin
grandes apoyos humanos, pero contando sobre todo con el sostén de la Providencia divina”.
En un mundo que busca certezas humanas y terrenas seguras el Papa ha exhortando a
estas familias a mostrar que Cristo es la sólida roca sobre la que se debe construir
el edificio de la propia existencia”.