Ángelus: “Que el amor a la Virgen María nos ayude a seguir mejor a Jesús que, con
su Encarnación, ha traído la paz para todo el mundo”
Domingo, 1 ene (RV).- A mediodía, Benedicto XVI volvió a reunirse, a pesar del tiempo
inclemente, con los miles de peregrinos presentes en la Plaza de san Pedro, para el
rezo del Ángelus. “En este primer día del año la Iglesia mira a la celestial Madre
de Dios, que abraza entre los brazos al Niño Jesús, fuente de toda bendición. Como
Ella, también la Iglesia custodia y medita la Palabra de Dios, poniéndola en contraste
con las diversas y mutables situaciones que encuentra a lo largo de su camino”.
Mirando
a Cristo, venido a la tierra para darnos su paz, nosotros celebramos al comienzo del
año la “Jornada Mundial de la Paz”, que inició por voluntad del Papa Pablo VI hace
más de treinta y ocho años”. “En mi primer Mensaje para esta ocasión –dijo el Pontífice-
he querido este año volver a tomar un tema habitual en el magisterio de mis venerados
Predecesores, a partir de la memorable Encíclica del beato Papa Juan XXIII Pacem in
terris; el tema de la verdad como fundamento de una ‘auténtica paz’. ‘En la verdad,
la paz’: éste es el lema que propongo a la reflexión de toda persona de buena voluntad.
Cuando el hombre se deja iluminar por el esplendor de la verdad, se convierte Interiormente
en valeroso artífice de paz”.
“Por el tiempo litúrgico que estamos viviendo
nos llega una gran lección: para acoger el don de la paz –subrayó Benedicto XVI- debemos
abrirnos a la verdad que se ha revelado en la persona de Jesús, Él cual nos ha enseñado
el ‘contenido’ y junto el ‘método’ de la paz, es decir el amor”. En efecto, Dios,
que es el Amor perfecto y subsistente, se ha revelado en Jesús asumiendo nuestra condición
humana, de esta manera nos ha indicado también el camino de la paz: el diálogo, el
perdón, la solidaridad. “Éste es el único camino que conduce a la paz”, exclamó el
Papa.
El Santo Padre finalizó su alocución previa al Ángelus pidiendo a todos
dirigir la mirada a María Santísima, que en ese domingo 1 de enero bendice al mundo
entero mostrando a su divino Hijo, el “príncipe de la paz”. Con confianza invocamos
la poderosa intercesión, para que la familia humana, abriéndose al mensaje evangélico,
transcurra el año que hoy comienza en la fraternidad y en la paz. Con estos sentimientos
dirijo a todos, los aquí presentes en la Plaza de San Pedro, y a cuantos están conectados
por medio de la radio y la televisión, mis más cordiales deseos de paz y bien”.
Después
del rezo del Ángelus y del responso por lo fieles difuntos, Benedicto XVI tuvo un
especial pensamiento para todos aquellos que, en las Diócesis del mundo entero, han
dado vida a momentos de oración y de compromiso por la paz. El Pontífice ha recordado
la marcha organizada por la Conferencia Episcopal Italiana y Pax Christi, así como
la de la Comunidad de San Egidio en Roma y en numerosas ciudades del mundo. Asimismo
el Santo Padre ha saludado en varias lenguas. Este ha sido su saludo de felicitación
en español: Saludo cordialmente
a los fieles de lengua española que participan en la oración del Ángelus, en este
domingo en que se celebra la solemnidad de Santa María Madre de Dios y también la
Jornada Mundial de la Paz. Que el amor a la Virgen María nos ayude a seguir mejor
a Jesús que, con su Encarnación, ha traído la paz para todo el mundo. Con gran afecto
deseo a todos un feliz Año Nuevo.