La Iglesia Católica continuará promoviendo la reconciliación y la armonía entre los diversos grupos raciales presentes en Gran Bretaña

Viernes, 23 dic (RV).- Defensa de la vida y del matrimonio, diálogo ecuménico e interreligioso como instrumentos para alcanzar la paz. Estos han sido los temas más destacados en el discurso de Benedicto XVI al nuevo embajador británico ante la Santa Sede.

La sacralidad de la vida, el papel fundamental del matrimonio, el diálogo ecuménico e interreligioso como instrumentos para alcanzar la paz. Estos han sido los temas abordados por Benedicto XVI en su discurso al nuevo embajador del Reino Unido ante la Santa Sede, Francis Martins-Xavier Campbell, quién ha presentado sus cartas credenciales esta mañana en el Vaticano. “La tolerancia y el respeto por las diferencias, para tener un beneficio en la sociedad, tienen que estar fundados sobre una auténtica comprensión de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios”. Así lo ha señalado el Papa, que ha confirmado que “la sacralidad de la vida ha de ser reconocida y protegida desde su concepción hasta su ocaso natural”. En este sentido ha subrayado el papel indispensable para la sociedad británica del matrimonio y de la familia.

Luego, hablando del clima de tensión que han seguido a los ataques terroristas en Londres, del pasado mes de julio, el Santo Padre ha manifestado que la Iglesia Católica continuará promoviendo la reconciliación y la armonía entre los diversos grupos raciales presentes en aquel país. Una parte importante del discurso del Santo Padre la ha dedicado también a los progresos políticos y de pacificación que han tenido lugar en Irlanda del Norte. El Pontífice ha destacado el compromiso de las iglesias y de las comunidades eclesiales que han trabajado duramente para superar las históricas divisiones en la población, poniendo el acento sobre el signo de confianza recíproca representado por el reciente desarme del IRA.

El Papa ha dicho a este respecto que esta nueva etapa no habría sido posible sin los esfuerzos inmensos, diplomáticos y políticos dispuestos para alcanzar una justa solución a un conflicto tan largo. No ha faltado tampoco una referencia al ecumenismo que el Papa ha dicho que “no es solamente una cuestión interna de la comunidad cristiana, sino un imperativo de la caridad que expresa el amor de Dios por toda la humanidad.