El árbol de Navidad es el ‘símbolo de la luz del Redentor que ilumina a la humanidad’
Sábado, 17 dic (RV).- El Santo Padre ha recibido también este sábado a un grupo de
peregrinos de Austria, encabezados por el obispo de Linz y por el presidente de la
región de Eferding, que ha donado el abeto colocado en la Plaza de San Pedro, al lado
del belén, donde permanecerá todo el periodo navideño.
“En la Navidad resuena
en todo el planeta el dichoso anuncio del nacimiento del Redentor. El esperado Mesías
se ha hecho hombre y ha venido para estar entre nosotros”, ha reiterado Benedicto
XVI, añadiendo luego que “con su luminosa presencia, Jesús ha disipado las tinieblas
del error y del pecado, y ha brindado a la humanidad la alegría de la deslumbrante
luz divina, de la que el árbol es signo y recuerdo. Creer en Cristo significa dejarse
envolver por la luz de su verdad, que da pleno significado, valor y sentido a nuestra
existencia, pues revelándonos el misterio del Padre y de su amor, Él desvela también
plenamente el hombre a sí mismo y le manifiesta su altísima vocación”.
Agradeciendo
por el árbol de Navidad que podrán admirar los numerosos peregrinos de todo el mundo,
así como por los otros árboles más pequeños que adornarán el Palacio Apostólico y
otros lugares del Vaticano, Benedicto XVI ha puesto de relieve que con estas donaciones
los fieles austriacos han querido manifestar su “cercanía espiritual y la amistad
que desde hace tanto tiempo enlazan Austria y la Santa Sede, en el surco de la noble
tradición cristiana, que ha fecundado con sus valores espirituales la cultura, la
literatura y el arte de esta nación y de toda Europa.
Tras asegurar su cercanía
y oraciones para acompañar el camino de las comunidades cristianas y de todo el pueblo
de Austria, el Papa ha presentado sus mejores parabienes de serenidad en la Navidad
del Señor a todos los austriacos, abarcando también a los que, por varios motivos,
viven fuera de su patria.