Diálogo Teológico entre la Iglesia católica y la ortodoxa: el Papa exhorta a la comisión
a trabajar sin cesar para eliminar las divergencias y restablecer la comunión plena
Jueves, 15 dic (RV).- No podemos quedarnos ‘a medias’, debemos obrar sin cesar para
eliminar las divergencias que subsisten y perseverar en el anhelo primordial de hacer
todo lo necesario para restablecer la comunión plena - bien esencial para la comunidad
de los discípulos de Cristo - cumpliendo así la voluntad del Señor. Son las importantes
metas que deben inspirar el diálogo entre católicos y ortodoxos y que ha recordado
nuevamente Benedicto XVI, esta mañana, en su audiencia a los miembros del comité mixto
de Coordinación de la Comisión internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia
católica y la Iglesia ortodoxa.
Expresando su profunda satisfacción por la
reanudación – esta semana en Roma - de los trabajos que marcan el primer encuentro
de esta nueva fase de diálogo tras algunos años de dificultades, el Santo Padre ha
dado su bienvenida a los miembros del mencionado comité, que se encarga de coordinar
la comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica
y la Iglesia ortodoxa, anunciada oficialmente en Estambul, con ocasión de la visita
de Juan Pablo II al Patriarca Demetrio I, en 1979.
Haciendo hincapié en que
la voluntad de Cristo es que «sus discípulos formen una comunidad armoniosa testimoniando
juntos el amor fraterno que procede del Señor», el Obispo de Roma ha exhortado a no
conformarnos con quedarnos en una ‘situación a medias’: «La comunión plena persigue
una comunión en la verdad y en la caridad. No podemos conformarnos con quedarnos en
un estadio intermedio, sino que debemos obrar sin cesar, con valentía, lucidez y
humildad para lograr cumplir la voluntad de Jesucristo, incluso aunque no corresponda
a nuestros simples proyectos humanos. La realización de la unidad plena de la Iglesia
y la reconciliación entre los cristianos se alcanzarán con el precio de la sumisión
de nuestras voluntades a la voluntad del Señor».
Evocando la obra realizada
por su predecesor Juan Pablo II y por el Patriarca de Constantinopla, Demetrio I,
en el camino del diálogo, Benedicto XVI ha exhortado a comprometerse en esta meta
a los pastores, a los teólogos y a las comunidades católica y ortodoxa. Y ha invitado
a «una oración cada vez más intensa, porque la unidad es, ante todo, un don de Dios».
En su saludo, el Papa ha puesto de relieve la alegría de este encuentro, en especial,
«en este periodo litúrgico de dichosa espera de la Natividad del Salvador», con el
anhelo de que el año nuevo llegue con abundantes bendiciones divinas y sea un tiempo
de gracia para alcanzar la unidad plena.