Audiencia a la 33 conferencia de la FAO: La Santa Sede espera que prevalezca siempre
la solidaridad con los desaventajados y se abandonen los intereses locales y la lógica
del poder
Jueves, 24 nov (RV).- “La Santa Sede espera que, en el ámbito del comercio internacional
y el sector agrícola, prevalezca siempre la solidaridad hacia quienes están en desventaja
y se abandonen de una vez los intereses locales y las lógicas del poder”. Este ha
sido el deseo expresado por el Santo Padre esta mañana a los miembros de la FAO, quienes
del 13 al 18 de diciembre asistirán a la VI Conferencia Ministerial de la Organización
Mundial del Comercio en Hong Kong, durante la cual se abordarán negociaciones relacionadas
con el comercio internacional, particularmente de los productos agrícolas.
Benedicto
XVI ha recibido esta mañana en audiencia a los participantes en la trigésimo tercera
Conferencia de la FAO, la primera vez que se reúne con estos diplomáticos de Naciones
Unidas y una ocasión para el Santo Padre para conocer de cerca su trabajo al servicio
del gran ideal de liberar a la humanidad del hambre.
Durante los últimos años
la FAO ha abierto nuevos horizontes a la actividad de cooperación, individuando en
el “diálogo entre las culturas”, un medio capaz de favorecer mejores condiciones de
desarrollo y seguridad alimentaria. En este sentido, el Papa ha subrayado en su discurso
que “hoy más que nunca hay necesidad de instrumentos que superen las recurrentes tentaciones
de conflicto entre las distintas visiones culturales, étnicas y religiosas. Es necesario
fundar las relaciones internacionales en el respeto de la persona y de los principios
cardinales de la convivencia, en la fidelidad a los pactos y en el recíproco reconocimiento
de los pueblos como miembros de la única familia humana”.
Para el Santo Padre
es necesario también reconocer que el progreso técnico es necesario, pero no lo es
todo, porque el verdadero progreso es el que salvaguarda la dignidad del ser humano
en su integridad y consiente a cada pueblo compartir los propios recursos espirituales
y materiales en beneficio de todos.
Además el Pontífice ha señalado la importancia
de ayudar a las comunidades indígenas, demasiado a menudo objeto de apropiaciones
indebidas que persiguen únicamente el beneficio. “No hay que olvidar que mientras
algunas áreas están sometidas a medidas y controles internacionales, millones de personas
son condenadas a sufrir el hambre hasta la muerte en zonas donde están en curso sangrientos
conflictos olvidados por la opinión pública, porque se consideran internos, étnicos
o tribales. Aquí se registra la sistemática eliminación de vidas humanas, el desarraigo
de las personas de su tierra, obligadas para huir de una muerte cierta, a abandonar
las precarias moradas de los campos de prófugos”.
Benedicto XVI ha elogiado
la iniciativa de la FAO de convocar a los Estados miembros para discutir sobre el
tema de la reforma agraria y el desarrollo rural. En este contexto, el Papa ha sugerido
asegurar a las poblaciones rurales los recursos e instrumentos indispensables, comenzando
por la formación y educación junto a estructuras organizativas que tutelen las pequeñas
empresas familiares y las cooperativas.