2005-11-19 16:13:46

La película sobre Juan Pablo II constituye una confirmación ulterior del amor de la gente por el Papa Wojtyla y su gran deseo de recordarle, volverle a ver y sentirle cerca


Viernes, 18 nov (RV).- “El vínculo afectivo y espiritual de Juan Pablo II con muchísimas personas, que se estableció durante los días de su agonía y de su muerte, no se ha interrumpido. No ha desaparecido, porque es un vínculo entre almas: entre la gran alma del Papa y la de innumerables creyentes; entre su corazón de padre y los corazones de innumerables hombres y mujeres de buena voluntad, que en él reconocieron al amigo, el defensor del hombre, de la verdad, de la justicia, de la libertad, de la paz”.

Con estas palabras Benedicto XVI elogiaba ayer por la tarde la figura de su predecesor, tras la visión del preestreno mundial de la película sobre Juan Pablo II. El Santo Padre manifestó su convencimiento de que esta película constituye una confirmación ulterior del amor de la gente por el Papa Wojtyla y su gran deseo de recordarle, volverle a ver y sentirle cerca.

“Más allá de los aspectos superficiales y emotivos de tal fenómeno –subrayó el Pontífice- subsiste una íntima dimensión espiritual, que constatamos cada día en el Vaticano, contemplando la hilera de peregrinos que se acercan a rezar o incluso a rendir un rápido homenaje a su tumba en las Grutas Vaticanas.

El guión de esta película, rodada en Polonia e Italia, parte del atentado en la Plaza de san Pedro, y tras una amplia retrospectiva sobre los años en Polonia, prosigue con el largo pontificado. Para Benedicto XVI esta película, en el actual contexto mediático, ofrece un importante servicio, conjugando las exigencias de la divulgación con las de la profundización.







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