El Papa comparte la preocupación de los obispos italianos por la disminución del clero
y el aumento de la edad media de los sacerdotes
Martes, 15 nov (RV).- Benedicto XVI comparte la preocupación de los obispos italianos
ante la disminución del clero y el aumento de la edad media de los sacerdotes, en
su mensaje a los participantes en la 55 Asamblea General de la Conferencia Episcopal
Italiana.
Benedicto XVI ha enviado un mensaje a la Asamblea General de la
Conferencia Episcopal Italiana reunida estos días en Asís y que, entre otros argumentos,
está afrontando dos temas de “gran relevancia”, ha dicho el Santo Padre, como son:
la formación de los futuros presbíteros y la presencia de la Iglesia en el mundo de
la salud.
Respecto al primero, el Papa ha recordado que la “Iglesia hoy tiene
necesidad de sacerdotes que sean plenamente conscientes del don de la gracia que reciben
con la Ordenación presbiteral y con la misión a ellos confiada en un tiempo de rápidos
y profundos cambios”. Y para que las comunidades crezcan armoniosamente en la verdad
y en la caridad, “es indispensable que los sacerdotes obren en nombre de Cristo y
que vivan en íntima comunión con Él”.
El Santo Padre comparte en su mensaje
la preocupación que tienen los obispos italianos respeto a la disminución del clero
y ante el progresivo aumento de la edad media de los sacerdotes. Y afirma, al respecto,
que es “necesario y urgente incrementar la pastoral vocacional y definir cada vez
mejor la propuesta formativa, de manera que se garantice una preparación humana, intelectual
y espiritual que esté a la altura de los nuevos desafíos que el ministerio sacerdotal
está llamado a afrontar.
El seminario, explica el Pontífice, debe ser el contexto
donde madura esta “búsqueda de una relación personal con Cristo” debe ser “tiempo
en la vida de un discípulo de Jesús para una formación que tiene distintas dimensiones
que convergen en la unidad de la persona”. Es también importante que “esta acción
formativa tenga lugar en un contexto comunitario, para ser un reflejo de aquella comunión
de vida que Jesús tenía con sus discípulos”.
Respecto al tema de la salud,
Benedicto XVI ha dicho que la enfermedad representa uno de los principales capítulos
del servicio que ha de ser garantizado a los ciudadanos, “pero constituye sobre todo
una dimensión fundamental de la experiencia humana que interpela la misión de la Iglesia
y la conciencia de los creyentes”. “El mismo Señor quiso acompañar el anuncio de la
salvación con muchas curaciones de personas que sufrían, mientras la comunidad cristiana
desde siempre “ha hecho de los enfermos una muestra de la caridad de Cristo”.
Así,
pues, del modo cómo se afronta la enfermedad y el sufrimiento se manifiesta también
la dignidad y el sentido de la existencia humana”, ha afirmado el Papa, que termina
su mensaje recordando el testimonio ejemplar de Juan Pablo II “que ha hecho de la
cátedra de su sufrimiento un puntal de su Magisterio”. La Iglesia está llamada a ser
solidaria con los enfermos, en primer lugar ayudando a ver la enfermedad y la muerte,
no como una negación de lo humano, sino como un recorrido que en el camino del sufrimiento,
de la muerte y de la resurrección de Jesús nos lleva a la verdadera vida, a la vida
eterna”.
En referencia a los trabajos de la Asamblea General de la Conferencia
Episcopal Italiana, la oficina de información de la misma ha anunciado que la presidencia
ha destinado un millón de euros en favor de las poblaciones del Cachemira afectadas
por el terremoto. Unos fondos que se añaden a los 3 millones de euros ya asignados
hace un mes como ayuda a las víctimas del devastador seísmo, así como a las poblaciones
afectadas por el huracán Stan en América Central.