Beatificación del cardenal von Galen: el Papa venera las reliquias del “León de Münster”
y destaca su valiente denuncia del nazismo, su testimonio de fe en tiempos oscuros
y su resistencia a la tiranía
Domingo, 9 oct (RV).- Esta mañana ha sido beatificado en San Pedro el cardenal alemán
Clemens August von Galen. Tras la ceremonia Benedicto XVI ha venerado las reliquias
de quien recibió el apelativo de “León de Münster”, por su valiente denuncia del nacionalsocialismo
y ha agradecido a Dios “este gran testimonio de fe que ha hecho brillar la luz de
la verdad en tiempos oscuros y que demostró el valor de la resistencia a la tiranía”.
Esta
mañana ha sido beatificado en la Basílica de San Pedro el cardenal alemán Clemens
August von Galen, “un regalo de Dios”, sobre todo para los alemanes, como ha resaltado
Benedicto XVI al término de la ceremonia de beatificación que ha presidido el cardenal
José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Finalizada
la celebración el Santo Padre ha venerado las reliquias del nuevo beato en el Altar
de la Confesión y ha manifestado el agradecimiento a Dios, sobre todo de los alemanes,
“por este gran testimonio de fe que ha hecho brillar la luz de la verdad en tiempos
oscuros y que demostró el valor de la resistencia a la tiranía”. Benedicto XVI ha
querido destacar el papel de la fe del beato von Galen de la que provenía su capacidad
de análisis en un período en el que las personas inteligentes estaban cegadas, su
resistencia en un momento en el que también las personas fuertes se mostraban débiles
y bellacas. “Una fe –ha dicho el Pontífice- que le dio el valor de decir y hacer lo
que los demás no osaban”.
A las 9 y media comenzaba esta ceremonia de beatificación
del cardenal alemán Clemens August von Galen, “un pastor que se opuso intrépidamente
a una ideología despreciadora de la humanidad y a la máquina de la muerte del estado
nacionalsocialista”. Un obispo que practicó las virtudes del cristiano y del pastor
de forma eminente y heroica, en un tiempo muy difícil para la Iglesia y la nación
alemana, y que le valió el apelativo del “León de Münster”, diócesis de la que fue
obispo.
El cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para
las Causas de los Santos, ha elogiado en su homilía a “una gran personalidad de la
nación alemana” que también vivió el difícil periodo de la I Guerra Mundial y los
desórdenes de la República de Weimar. El obispo alemán hoy beatificado es, como ha
manifestado el cardenal Saraiva, “uno de los representantes más notables de la oposición
de la Iglesia al injusto régimen nacionalsocialista.
“Desde el comienzo de
su actividad pastoral en Münster, el obispo van Galen desenmascaró la ideología nazi
y el desprecio que ésta nutría por los hombres. En plena guerra, el verano de 1941,
él criticó en tres predicaciones en los meses de julio y agosto, la clausura forzosa
de los conventos y la detención de los religiosos, se pronunció con vigor contra la
deportación y la destrucción de vidas humanas que el régimen consideraba no dignas
de ser vividas, es decir los deficientes mentales”.
El prefecto de la Congregación
para las Causas de los Santos ha destacado el valor innato del nuevo beato, pero sobre
todo “su profundo sentido de la responsabilidad y su visión clara de lo que era justo
y de lo que era injusto”. Y ha destacado las palabras de denuncia del obispo para
hacer una invitación a la reflexión, una invitación a imitar su ejemplo a “nosotros
que vivimos en tiempos aparentemente menos amenazadores, pero no menos problemáticos
en relación a la vida humana”.
El purpurado ha delimitado los tres factores
que contribuyeron a su fuerte personalidad de hombre y de creyente, y de los que emanaban
la ardiente denuncia publica de los nazis, con argumentos muy claros, que subrayaban
la flagrante violación de los derechos humanos. Estos factores son la familia, la
fe y la política, sin perder jamás de vista sus profundas virtudes cristianas.
En
cuanto al primero de los factores “la vida de la familia von Galen estaba tradicionalmente
orientada al sentido de la responsabilidad pública por lo que concierne a todos los
hombres en la iglesia y en la sociedad”. “Ante los ensordecedores sonidos de la música
marcial y las vacías frases de los altavoces provenientes de las tribunas de los oradores,
él contrapuso la veneración de la santa Eucaristía, la silenciosa adoración contemplativa
del Señor haciéndose pan”.
El cardenal Saraiva ha querido subrayar de forma
especial cómo “la fuerza unificadora de la vida espiritual del beato fue su profunda
fe, vivificada por una caridad activa hacia todos, especialmente los que estaban sufriendo.
Su espiritualidad, inspirada en el Evangelio, permitió a von Galen ser transparente
en su papel publico”.
También durante el Ángelus, Benedicto XVI ha tenido palabras
de elogio del beato Clemens August von Galen, obispo de Münster, cardenal, y sobre
todo intrépido opositor del régimen nazi: “En nombre de Dios denunció la ideología
neopagana del nacionalsocialismo, defendiendo la libertad de la Iglesia y los derechos
humanos gravemente violados, protegiendo a los judíos y a las personas más débiles,
los que el régimen consideraba deshechos para eliminar”.
El Santo Padre ha
destacado el mensaje actual del beato von Galen que manifiesta que “la fe no se reduce
a un sentimiento privado que hay que esconder cuando se vuelve incomoda, sino que
implica coherencia y testimonio también en el ámbito público en favor del hombre,
de la justicia, de la verdad”.