El Papa exhorta a la familia paulina a proclamar el Evangelio a través de los modernos
medios de comunicación, una actividad que exige preparación, especialización y actualización
constante
Sábado, 1 oct (RV).- Adhesión personal a Cristo – en el que la comunicación entre
Dios y la humanidad alcanza su perfección - para difundir el Evangelio y formar las
conciencias en el mundo de hoy, mediante los modernos medios de comunicación, en comunión
con el Papa y la Iglesia. Esta ha sido la recomendación de Benedicto XVI a la Familia
Paulina, a quien ha recibido esta mañana en audiencia.
Benedicto XVI ha recordado
este sábado que la comunicación entre Dios y la humanidad ha alcanzado su perfección
en Jesús. Y ha destacado la importancia de una sólida adhesión personal a «Cristo
- Maestro, Camino, Verdad y Vida-» para difundir el Evangelio y formar las conciencias
en el mundo de hoy, mediante los modernos medios de comunicación, en comunión con
el Papa y la Iglesia.
Al recibir en audiencia a la Familia Paulina, que desarrolla
su apostolado precisamente en el sector de los medios de comunicación, el Santo Padre
ha expresado su profundo aprecio por el servicio que brinda la Sociedad de San Pablo,
siguiendo el ejemplo y las enseñanzas de su fundador, el beato Santiago Alberione.
Uniendo su voz a la de sus predecesores y renovando su estima y afecto para
con la benemérita Familia Paulina, Benedicto XVI ha reiterado asimismo su exhortación
a «caminar en la fidelidad al carisma que la caracteriza y que constituye también
una riqueza para toda la comunidad eclesial», recordando el Magisterio de la Iglesia.
Pues,
«desde el Concilio Vaticano II ha ido creciendo en la Iglesia la conciencia del valor
y del alto interés que revisten los instrumentos de comunicación para la difusión
del Evangelio y para la formación de las conciencias»: «Os exhorto, por lo tanto,
a renovar vuestro compromiso de ser una presencia educativa al servicio de la comunidad
cristiana, para que, en sus diversas articulaciones, sea capaz de desarrollar una
capacidad comunicativa cada vez mejor, a imagen del Señor Jesús, en el que la comunicación
entre Dios y la humanidad ha alcanzado su perfección».
Además de saludar, en
particular a los que trabajan en el ámbito italiano de los medios audiovisuales y
de la moderna comunicación, el Papa ha hecho hincapié en este apostolado de vanguardia:
«El vuestro es un apostolado de vanguardia en un campo vasto y complejo, que ofrece
tantas oportunidades y conlleva, al mismo tiempo, no pocos problemas. Una actividad
múltiple que exige preparación y competencias específicas con una actualización constantes,
si se quiere responder efectivamente a los desafíos del mundo actual, percibido cada
vez más como ‘aldea global’».
«Proclamar el Evangelio empleando los modernos
medios de comunicación, además de la necesaria y debida formación profesional, requiere,
ante todo, una sólida adhesión personal al Divino Maestro», ha insistido Benedicto
XVI, evocando la espiritualidad del fundador de los paulinos, centrada en la Eucaristía,
la escucha de la Palabra y la oración.
El Papa ha renovado la exhortación
de don Alberione a «ser san Pablo hoy», siguiendo el modelo del Apóstol para anunciar
a Cristo, en comunión con el Papa y la Iglesia y guiados por el Espíritu Santo: «Que
cada uno haga suyo el espíritu y el estilo que caracterizaban al Apóstol de las gentes,
actualizando también en esta época nuestra posmoderna la obra misionera. Hacedlo compartiendo
con el Sucesor de Pedro y los Pastores de las Iglesias particulares el anhelo incesante
de hacer llegar al corazón de tantos hombres y mujeres contemporáneos nuestros el
mensaje salvífico del Redentor».