2005-09-30 16:11:04

Benedicto XVI visitó el Hospital Infantil “Bambino Gesù”, de Roma, donde saludó y tuvo palabras de afecto para todos los niños hospitalizados


Viernes, 30 sep (RV).- Por primera vez en su Pontificado, el Papa Benedicto XVI ha visitado hoy un hospital y ha elegido, como él mismo ha dicho, “El Bambino Gesù (El Niño Jesús)”, un hospital pediátrico, por dos motivos principales.

En primer lugar, porque este Instituto pertenece a la Santa Sede y es seguido con solicitud por el Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano. “Pasando por algunas divisiones del hospital y viendo a tantos pequeños que sufren -ha dicho el Santo Padre- he pensado espontáneamente en Jesús, que amaba tiernamente a los niños y quería que se acercaran a Él”. Y como Jesús, también la Iglesia, ha señalado el Papa, manifiesta una especial predilección por la infancia, especialmente cuando se trata de menores que sufren. “Y el segundo motivo por el cual he venido entre vosotros, ha afirmado Su Santidad, es para testimoniar también yo el amor de Jesús por los niños, un amor que brota espontáneamente del corazón y que el espíritu cristiano acrecienta y refuerza. En cada persona que sufre, y aún más si es pequeña e indefensa, está Jesús, que nos acoge y espera nuestro amor”.

Luego, el Papa ha resaltado el trabajo cotidiano que se realiza en este hospital infantil: la acogida, la hospitalización, los cuidados solícitos a los pequeños pacientes. Todo esto requiere una gran disponibilidad, una constante búsqueda y multiplicación de los recursos existentes; además requiere atención, espíritu de sacrificio, paciencia y amor desinteresado, para que también los padres puedan encontrar aquí un lugar donde se respire esperanza y serenidad incluso en los momentos de más aprensión. Hablando de la “calidad de los cuidados reservados al enfermo”, Benedicto XVI ha dicho que no sólo hay que reservar un tratamiento excelente en el aspecto sanitario al enfermo, sino que es muy importante asegurarle también la calidad en el “aspecto humano”.

“Vosotros intentáis dar una familia a los enfermos y a sus acompañantes, y esto requiere la contribución de todos: de los dirigentes, de los médicos, de los enfermeros, y de todo el personal sanitario en las distintas secciones, así como de las numerosas y beneméritas organizaciones de voluntarios, que cotidianamente ofrecen su precioso servicio”, ha dicho el Pontífice, quien ha señalado que este estilo, que debería distinguir a todos los hospitales, de manera especial debe distinguir a los centros sanitarios que se inspiran en los principios evangélicos, pues “para los niños no hay que escatimar ningún recurso” y “en todo proyecto y programa ha de predominar siempre el bien del niño enfermo”.

El Papa ha agradecido a todo el personal del “Bambino Gesù” la colaboración que dedican a los pacientes, “una obra de alto valor humano que representa también un apostolado eficaz”, y ha manifestado que rezaba por ellos, sabiendo que no es fácil realizar esta misión y que resultaría mas fácil si, dedicando las energías a cada uno de los pequeños, reconocían en su rostro el rostro de Jesús. Y dirigiéndose a los religiosos y religiosas que trabajan en el hospital, el Pontífice les ha dicho que tomaran de Jesús, “del dulce Médico de los cuerpos y de las almas”, la fuerza espiritual para confortar y curar a los que están ingresados.

A continuación, Benedicto XVI ha recordado que el hospital “Bambino Gesù” además de ser una obra de ayuda de la Santa Sede para los niños enfermos, representa “una avanzadilla de la acción evangelizadora de la Comunidad Cristiana en la ciudad de Roma”, donde “se puede ofrecer un testimonio concreto y eficaz del Evangelio en contacto con la humanidad que sufre; aquí se proclama con hechos la potencia de Cristo, que con su Espíritu cura y transforma la existencia humana”.








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