2005-09-25 13:31:40

Relación entre Caridad y Eucaristía, tema central del último Ángelus desde Castel Gandolfo


Domingo, 25 sep (RV).- Benedicto XVI se ha despedido de toda la comunidad de Castel Gandolfo en el que ha sido el último Ángelus desde allí pronunciado, tras haber transcurrido dos meses de reposo en esta localidad cercana a la capital italiana. En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, el Santo Padre ha reflexionado una vez más sobre la importancia del Misterio eucarístico, en particular, sobre la relación existente entre la Eucaristía y la caridad.
 
“‘Caridad’ –en griego ágape, en latín caritas- no sólo significa el acto o el sentimiento benéfico –ha explicado el Pontífice- sino también, se trata de un don espiritual, el amor de Dios que el Espíritu Santo infunde en el corazón humano y que le lleva a donarse a la voluntad de Dios mismo y del prójimo (Rm 5,5)”.

En este sentido Benedicto XVI ha recordado cómo la propia existencia terrena de Jesús –desde su concepción, hasta su muerte en la cruz- fue un acto de amor en sí mismo, de tal forma que podemos resumir nuestra fe con las palabras: “Jesus Caritas, Jesús Amor”. El Papa ha proseguido su alocución previa al Ángelus poniendo de relieve el ejemplo supremo de amor dado por Jesús, cuando en la última cena, “sabiendo que había llegado su hora” (Jn 13,1), lavó los pies a cada uno de los discípulos, dejándoles una gran herencia, la Eucaristía, en la que se concentra todo el misterio pascual, como lo recordaba Juan Pablo II en su Encíclica Ecclesia de Eucaristía.

“En la Eucaristía –ha proseguido el Papa- el Señor se nos entrega en cuerpo, alma y divinidad, y nosotros nos transformamos en una sola cosa con Él y entre nosotros. Nuestra respuesta a su amor tiene que ser concreta, se debe expresar en una auténtica conversión al amor, en el perdón, en la recíproca acogida y en la atención a los más necesitados”.

Para poder realizar esta conversión a la caridad, Benedicto XVI ha puesto varios ejemplos de cómo se puede ayudar al prójimo en la vida de cada día, para que la Eucaristía se transforme en manantial de energía espiritual que renueva al mundo en el amor a Cristo. Los ejemplos de este amor incondicional son los de los santos que “a través de la Eucaristía han encontrado la fuerza de una caridad operosa y no heroica”, ha subrayado el Papa.

El Pontífice ha recordado la figura de san Vicente de Paúl -de quien pasado mañana se celebra la memoria litúrgica- y de la beata Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad, que “encontraban en los más pobres el amor a Cristo”. “Pero antes de todos los santos –ha exclamado Benedicto XVI- la caridad divina ha colmado el corazón de la Virgen María. Recemos para que cada cristiano, nutriéndose del Cuerpo y de la Sangre del Señor, crezca siempre en el amor a Dios y en el servicio generoso a los hermanos”.

Y tras el rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha recordado la celebración, la próxima semana, de la Jornada Mundial del Turismo y la Marítima Mundial, y ha saludado en varias lenguas a todos los presentes en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo. En inglés, el Pontífice ha dirigido su pensamiento a todas las personas afectadas por los desastres naturales en Estados Unidos y en todo el mundo, al igual que lo ha hecho en español, este ha sido su saludo: RealAudioMP3 “Saludo a los peregrinos de lengua española llegados a Castelgandolfo, así como a los reunidos en la Plaza de San Pedro y a cuantos siguen el rezo del Ángelus a través de la radio y la televisión. Ante las catástrofes que afligen a tantos seres humanos, tened sentimientos de solidaridad y fraternidad colaborando eficazmente, con espíritu generoso y caridad cristiana, a mitigar el dolor y superar las adversidades. ¡Gracias!”.








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