Rechazo y condena de la diócesis de Ávila por el atentado de ETA en esta ciudad
Domingo, 25 sep (RV).- Ante el atentado perpetrado anoche en Ávila por la banda terrorista
ETA, el Obispo y la Iglesia de esta diócesis española manifiestan su “rechazo y condena
total, declarando que no habrá nunca verdadera paz si no existe la libertad y el respeto
esencial a todo ser humano”.
El comunicado oficial de repulsa contra el terrorismo,
firmado por el Obispo de Ávila, monseñor Jesús García Burillo, finaliza destacando
que “Ávila es la ciudad del espíritu, no la ciudad de la violencia”. El atentado de
anoche -que hace el número 19 de los perpetrados en lo que va de año por la banda
terrorista ETA en España- se produjo por medio de la explosión de una furgoneta-bomba,
sin causar víctimas aunque sí grandes daños materiales, en un polígono industrial
situado a poco más de dos kilómetros de la Academia de la Policía Nacional de Ávila.
La
bomba hizo explosión diez minutos antes del margen dado por un comunicante que dijo
hablar en nombre de ETA y que advertía, en sendas llamadas al periódico Gara y a la
Asociación de Ayuda en Carretera de Guipúzcoa (DYA), de que en media hora haría explosión
la furgoneta bomba en el citado polígono industrial.
La prensa española señala
que la policía sospecha de un grupo de miembros denominados ‘legales’, es decir no
fichados, de ETA, residentes en el País Vasco y probablemente en Vizcaya, como autores
de varios atentados cometidos en los últimos tiempos por la banda terrorista en fin
de semana. Esta misma semana, en un comunicado remitido a los diarios Gara y Berria,
ETA asumió la autoría de cinco atentados cometidos durante los meses de junio y julio.
El
polígono de Vicolozano es el segundo en importancia de Ávila. Está enclavado a unos
tres kilómetros de la Academia de Policía, donde el viernes juraron los alumnos de
la Escala Básica de policías integrada por más de dos mil miembros, en un acto que
fue presidido por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho. La cárcel
de Brieva, que acoge a 16 presas etarras, se halla a unos dos kilómetros del lugar
de la explosión.