Visita del enviado especial del Papa a las diócesis estadounidenses afectadas por
el huracán Katrina
Sábado, 10 sep (RV).- Tal como anunció el Santo Padre Benedicto XVI en el Ángelus
del pasado domingo, el presidente del Pontificio Consejo COR UNUM, el arzobispo Josef
Cordes, su enviado especial, llegó hoy a EEUU, en la zona afectada por el huracán
Katrina, para dar testimonio de la solidaridad de la Iglesia y del Papa. Asimismo,
el Vaticano llevará ayuda material concreta a esta población. Hoy mons. Cordes está
en Baton Rouge donde se encontrará con el obispo de la Diócesis, mons. Roberth Muench,
y con el Presidente de Catholic Charities, el sacerdote Larry Zinder.
Dos semanas
después de la devastación causada por este huracán en el sur de los Estados Unidos,
empiezan a conocerse las primeras cifras. Según un recuento oficial adelantado por
la cadena de televisión CNN las víctimas hasta ahora serían 337. Ante una situación
catastrófica como ésta, los países miembros de la OTAN han acordado usar barcos y
aviones de la alianza militar para acelerar el envío de ayuda europea a Estados Unidos.
En la celebración eucarística, que mañana presidirá en la Catedral de Baton
Rouge el arzobispo Josef Cordes, serán recordadas las víctimas de la catástrofe natural
y también todas las víctimas de la violencia, en el cuarto aniversario del 11 de septiembre
de 2001. Por la tarde la delegación de la Santa Sede, de la cual forma parte el cardenal
Theodore Edgar Mc Carric, arzobispo de Washington, encontrará a los obispos de la
región Mons. Alfred Hughes y mons. Thomas Rodi, y al gobernador de Lusiana. Después
visitarán a los evacuados en Baton Rouge y también mantendrán contactos con las numerosas
personas comprometidas en las operaciones de ayuda.
El lunes por la mañana,
el presidente de COR UNUM tendrá un encuentro con otras autoridades locales y por
la tarde tras una conferencia de prensa, realizará una visita a Biloxi en el Mississipi.
Al día siguiente, viajará a Washington para encontrarse con las autoridades federales.
Esta misión del enviado del Papa, además de llevar un signo de cercanía tanto espiritual
como material por parte de Benedicto XVI, quiere dar un impulso a las instituciones
católicas que están ayudando en la fase de emergencia, para contribuir a preparar
y acercar el momento de la reconstrucción
Efectivamente, muchísimas parroquias
de EEUU y organizaciones católicas de todo el país, especialmente de Luisiana, Mississippi
y Tejas están respondiendo solidariamente a la emergencia y a las necesidades a largo
plazo que ha dejado a su paso el huracán Katrina, ofreciendo casas de acogida, alimentos,
medicinas y puestos escolares.
Prácticamente todas las diócesis estadounidenses
han realizado colectas y la ayuda de emergencia está llegando desde las agencias humanitarias
católicas, las sociedades de San Vicente de Paúl, las escuelas y hospitales católicos,
parroquias centros de espiritualidad y familias. Una carrera de solidaridad ejemplar
que entiende paliar los efectos devastadores del huracán, sobre todo ahora que empieza
a conocerse las primeras cifras del siniestro. A causa de la desorganización en la
previsión de las emergencias el presidente de EEUU George Bush ha retirado de Nueva
Orleans a Michael Brown, jefe del organismo de Protección civil que coordina la situación
de emergencia.
Entre los muchos ejemplos de solidaridad, la archidiócesis
de Galveston-Houston respondió a una petición de la Cruz Roja estadounidense y ha
abierto sus refugios disponibles para ayudar a acoger la avalancha de desahuciados
por el huracán. También varios de los establecimientos de la diócesis de Alexandria,
están acogiendo a los evacuados, especialmente ancianos y enfermos. En Beaumont,
Tejas, las escuelas católicas están reabriendo sus puertas a los niños desplazados.
Las iglesias locales proveen de alimentos, cocinan, y dan ayuda médica y económica.
Decenas de parroquias de Arkansas ayudan también a sus miembros que acogen en sus
hogares a evacuados. Varias escuelas católicas han matriculado ya gratis a estudiantes.