2005-09-05 16:48:18

La unidad entre los discípulos de Cristo debe ser un objetivo primordial. Mensaje del Pontífice al IX Simposio Intercristiano de Asís


Lunes 5 sep (RV).- «La búsqueda de la unidad visible plena entre todos los discípulos de Cristo se percibe como particularmente urgente en nuestro tiempo y, por ello, se siente la necesidad de una espiritualidad más profunda y de un amor recíproco cada vez mayor». Benedicto XVI reitera esta urgencia en un mensaje enviado a los participantes en el IX Simposio Intercristiano, que se inauguró ayer en Asís y que finalizará el próximo miércoles.

«Realizar la comunión plena de los cristianos debe ser un objetivo para todos aquellos que profesan la fe en la Iglesia una, santa, católica y apostólica», reitera una vez más Benedicto XVI, poniendo de relieve la importancia de los encuentros ecuménicos para destacar lo que nos une, esclarecer las diferencias y superar las incomprensiones. En este sentido el Pontífice recuerda también que «los institutos de enseñanza teológica pueden desarrollar un papel fundamental para la formación de las nuevas generaciones y ofrecer un renovado testimonio cristiano en el mundo de hoy».

Tras expresar su alegría por la celebración de este simposio, en la ciudadela de Asís - «oasis y llamamiento a la paz» - el Papa saluda a los promotores del mismo encuentro, el Instituto Franciscano de Espiritualidad de la Pontificia Universidad Antonianum y la Facultad Teológica de la Universidad Aristotile de Tesalónica. Y, haciendo hincapié en que esta iniciativa, que nació en 1992, «constituye una feliz ocasión de intercambio fraterno, para reflexionar y profundizar en temas importantes del patrimonio de fe común, analizando las implicaciones que éste conlleva en la vida cristiana», Benedicto XVI destaca el tema de la cita de este año, «La Eucaristía en la tradición oriental y occidental, con especial referencia al diálogo ecuménico».
Tema «muy significativo para la vida de los cristianos y para la restauración de la comunión plena entre todos los discípulos de Cristo». En este contexto, el Papa ha citado el Decreto del Concilio Vaticano II sobre el Ecumenismo, Unitatis Redintegratio, «con cuánto amor los cristianos orientales celebran el culto litúrgico, sobre todo la celebración eucarística, fuente de la vida de la Iglesia y prenda de la gloria futura». Recordando asimismo que, por su sucesión apostólica, el sacerdocio y la Eucaristía, ellos «se unen a nosotros con vínculos estrechísimos» (UR 15)
Con la certeza de que «el diálogo y el debate en la verdad y en la caridad», que se desarrollará durante este Simposio, «hará emerger, ciertamente, la fe común junto con aquellos aspectos teológicos y litúrgicos peculiares de Oriente y de Occidente que con complementares y dinámicos para la edificación del Pueblo de Dios y que constituyen una riqueza para la Iglesia», el Santo Padre señala que «la ausencia de la comunión plena no permite, lamentablemente, la concelebración que, para los unos y para los otros, es signo de aquella unidad plena a la cual todos estamos llamados. Pero, en todo caso, será un llamado a intensificar la oración, el estudio y el diálogo con el fin de resolver las divergencias que aún permanecen».







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