2005-07-12 16:59:07

Ángelus: El Papa reza por las víctimas de Londres y por quienes provocaron los atentados para que "Dios toque sus corazones"


Domingo, 10 jul (RV).- El Papa Benedicto XVI, como lo hiciera ya el pasado jueves, conmovido por el dolor de los dramáticos atentados de Londres, ha exhortado este mediodía a los terroristas a respetar la vida creada por Dios, en un llamamiento durante la oración del Ángelus en la plaza de San Pedro, ante unos 40 mil fieles y peregrinos de todo el mundo reunidos para rezar la oración mariana.
“Probamos todos un profundo dolor por los atroces atentados terroristas de Londres del pasado jueves. Rezamos por las personas fallecidas, por los heridos y por sus familiares. Pero rezamos también por los que provocaron el atentado: que el Señor toque sus corazones – ha exclamado el Pontífice ante los aplausos de los fieles, para añadir después que - A cuantos fomentan sentimientos de odio y a cuantos cumplen acciones terroristas tan repugnantes les digo: ¡Dios ama la vida que ha creado, no la muerte. Deteneos, en nombre de Dios!”
Durante el rezo mariano del Ángelus, Benedicto XVI ha querido recordar a todos los presentes la festividad que se celebra mañana dedicada a san Benito Abad, patrón de Europa, una festividad introducida por Pablo VI en 1964. “Se trata de un santo muy querido por mí, como se puede intuir de la elección hecha de mi nombre”, ha afirmado al inicio del Ángelus Benedicto XVI, quien ha explicado a todos los congregados en la plaza quien fue este santo patrón de Europa.
Nacido en Norcia (Italia) entorno al año 480, Benito estudió en Roma pero, decepcionado por el estilo de vida que se vivía en la ciudad, decidió retirarse a Subiaco, donde permaneció en una de sus grutas durante unos tres años, dedicándose enteramente a Dios. Allí, sirviéndose de las ruinas de una antigua casa de Nerón, y junto a algunos de sus primeros discípulos, inició la construcción de varios monasterios, dando vida a una comunidad fraterna fundada sobre la primacía del amor a Cristo, en donde la oración y el trabajo se alternaban armónicamente alabando a Dios.
Algunos años después se trasladó a Montecassino (Italia), en donde fundó un nuevo monasterio, en el cual residirá hasta su muerte. En esta localidad crece su irradiación espiritual, y allí escribe la única obra que ha llegado hasta nuestros tiempos: “Reglas”. “Entre las cenizas del imperio romano, Benito, buscando ante todo el Reino de Dios, sembró las primeras bases de una nueva civilización que se desarrollaría – ha señalado Benedicto XVI - integrando los valores cristianos, por un lado en la herencia clásica, y por otro, en las culturas alemanas y eslavas”.
“Benito no fundó una institución monástica con la finalidad de evangelizar a los pueblos bárbaros como otros grandes misioneros de la época, sino que dio las indicaciones para que sus discípulos tuvieran como finalidad fundamental, la búsqueda de Dios”: “Quaerere Deum”. De este modo Benedicto XVI ha querido destacar éste aspecto fundamental de la vida de san Benito Abad ya que, como ha explicado el Pontífice, “el patrón de Europa sabía que cuando el creyente entra en relación profunda con Dios, no puede contentarse con vivir en un mundo mediocre con una ética minimalista y una religión superficial”. De ahí que se comprenda la expresión de San Benito extraída de san Cipriano: "Nihil amori Christi praeponere” (“Nada se antepone al amor de Cristo”).
“En esto consiste la santidad, propuesta válida para cada cristiano, que ha llegado a ser una verdadera urgencia pastoral en esta época en la que se advierte la necesidad de anclar la vida y la historia a fuertes referencias espirituales”, ha exclamado el Pontífice.
Por último Benedicto XVI ha invocado la intercesión de san Benito Abad y de María Santísima, como “modelo sublime y perfecto de la santidad que ha vivido en comunión constante y profunda con Cristo”, pidiendo para que el Señor “multiplique en nuestra época la existencia de hombres y mujeres que, a través de la fe, sean en este nuevo milenio, la sal de la tierra y la luz del mundo”.
Al final del Ángelus, el Santo Padre ha recordado que comenzará el período de sus vacaciones de verano, trasladándose a Les Combes, en el Valle de Aosta (Italia). En esta región alpina italiana transcurrirá unos días de descanso hasta el 28 de julio. “Seré huésped – ha explicado el Papa - en la misma casa que muchas veces acogió al Papa Juan Pablo II. Doy las gracias a todos los que me acompañan con la oración y os digo con afecto. ¡Hasta pronto!”.
Por último y como es tradicional, el Papa Benedicto XVI ha saludado en distintas lenguas. Este ha sido su saludo en español: RealAudioMP3
“Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. En este tiempo veraniego, invito a todos a acoger con gozo la semilla del Evangelio, para que Cristo sea luz y fuente paz en cada uno de vosotros, en vuestras familias y en todos los pueblos de la tierra. Feliz Domingo y feliz verano”.







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