El tráfico ilegal de armas ligeras es una amenaza contra la paz, el desarrollo y la
seguridad
Martes, 12 jul (RV).- Las armas pequeñas causan al año la muerte de medio millón de
personas, unas 300.000 en zonas de conflictos armados y 200.000 por homicidios y suicidios,
según un informe elaborado por el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra,
cuya presentación coincidió, ayer, con el inicio en la sede de la ONU en Nueva York
de la segunda reunión para revisar la implementación del programa de acción para la
prevención, el combate y la erradicación del comercio ilícito de armas pequeñas y
ligeras.
En este encuentro en Naciones Unidas intervino también el arzobispo Celestino Migliore,
Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, reiterando que «el tráfico ilegal
de armas ligeras es una amenaza contra la paz, el desarrollo y la seguridad». El prelado
hizo hincapié en la necesidad de que la comunidad internacional se una en la adopción
de estrategias a largo plazo para eliminar el tráfico de armas ligeras y todas aquellas
actividades enlazadas con esta plaga. Como son el terrorismo, la criminalidad organizada
y el tráfico de drogas y de seres humanos.
Mons. Migliore puso de relieve la preocupación de la Santa Sede ante la tragedia de
los menores, víctimas de los conflictos armados. En este contexto, exhortó a poner
en marcha un plan de acción urgente que contemple programas de desarme y de reintegración,
de construcción y de mantenimiento de la paz, así como programas de desarrollo integral,
teniendo en cuenta a los niños y a las mujeres, que son las principales víctimas de
la violencia en las zonas de conflicto.